Un cuarteto familiar

Michael Thomas, violín, es hermano de Jacqueline Thomas, violonchelo, que a su vez está casada con Paul Cassidy, viola. Los hermanos Thomas llevan tocando con lan Belton desde la adolescencia, y los cuatro forman ahora el Brodsky Quartet, respetado, entre otros, por sus seis discos con los cuartetos de Shostakovich, y que en breve sacarán La muerte y la doncella, de Schubert.

Curiosamente, Michael Thomas habla español con acento andaluz. Hace años, el cuarteto actuó en Granada y una oyente lo reconoció días después como espectador de un concierto. Hablaron, acabaron haciéndose novios, y Michael Thomas se casó en la catedral de Almería sin saber entonces ni una palabra de español.

El hecho de que el cuarteto sea tan familiar también tiene inconvenientes, bromea Michael Thomas refiriéndose a Jacqueline, "porque nos peleamos como hermanos, aunque trabajar con ella es fantástico".

Todos los miembros del conjunto han estado muy cerca de Costello durante la elaboración del disco, hasta el punto de que firman la música o la letra de alguna de las canciones. A Michael Thomas no le preocupa el juicio que puedan expresar sobre Las cartas de Julieta las que considera élites en el Reino Unido -han recibido malas críticas en algunas publicaciones de música clásica- y piensa más en el público joven que tal vez pueda acercarse a la música de cámara gracias a este disco. Cuando terminen en Nueva York, el 19 de marzo, la gira con Costello, se quedarán en la ciudad para debutar en el Carnegie Hall.

Al cuarteto Brodsky, dice Thomas, le encantaría volver a colaborar con Costello en cualquier otro proyecto. "Esta grabación es como decir que para él no hay límites, creo que es un gran compositor y músico".

En Las cartas de Julieta tuvieron una cosa clara desde los primeros ensayos. "Dijimos: 'Si no sale nada bueno, lo dejamos'. No queríamos hacer algo sin sentido sólo por ganar dinero. Ni siquiera queríamos algo original, sino algo bueno".