Solidaridad y política
Está de moda ayudar a los necesitados dando limosna, ofreciendo un poco de lo que nos sobra. Ayudamos a Somalia, a Bosnia... a los pobres y marginados. El problema sigue ahí y seguirá mientras dure este sistema; esta forma de dirigir el mundo. La limosna es una tapadera y con ella nos sentimos un poco mejor.Si de verdad nos duele el hambre, la guerra, la miseria y la marginación, no nos quedemos quietos... Todos estamos contribuyendo. Esta sociedad que nos están imponiendo los que dirigen el mundo genera lo que estamos viendo día a día: altas cotas de miseria. Y que conste que todos somos cómplices; y nuestro silencio denota que estamos conformes.
Recalco que la guerra, el hambre y todo lo demás lo genera esta maldita sociedad. Y, si no hay un cambio basado en una política de la solidaridad, nada cambiará. Si hoy hay hambre, mañana habrá más.-
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