El PP defiende introducir la competencia en los servicios públicos para abaratar costes

El Partido Popular basará su programa de gobierno en un cambio de la política económica centrado en la contención del gasto público sin reducir la inversión en infraestructuras, la ruptura de los monopolios en los servicios públicos y la privatización de empresas en manos del Estado. Las líneas maestras del programa, presentado ayer en Madrid por Rodrigo Rato, portavoz popular en el Congreso de los Diputados -y pendiente de aprobación en el congreso del PP el próximo febrero-, se completan con una reducción de la fiscalidad y una "reforma global" del mercado laboral.

Rato pronosticó un año económico "muy difícil" y un fracaso de la integración de España en la CE si no se cambia la política económica y trazó un panorama sombrío para el año 1993. Según sus cálculos, la economía crecerá este año sólo un 0,5%, se destruirán unos 300.000 empleos y la inversión caerá cuatro o cinco puntos.Este escenario representa "un año claro de divergencia respecto a la convergencia real" con el resto de la Europa comunitaria. "Una integración española fracasada en la Comunidad Europea, que signifique destrucción de empleo y de tejido industrial e incapacidad para competir significará un fracaso histórico muy difícil de remontar", aseguró Rato.

Los populares apuestan en el programa que defenderá en la campaña electoral su presidente, José María Aznar, por una política de reactivación desde el ahorro -elevando la tasa de formación bruta de capital en tres puntos hasta situarla en el 25%-, por la flexibilización de todos los mercados y, en particular, por la ampliación del mercado de trabajo. Con poco más de 12 millones de personas ocupadas, el PP considera que la economía padece una baja tasa de empleo sobre una tasa de población activa también muy baja respecto a la Europa comunitaria.

El relanzamiento de la capacidad de generar empleo es el eje de los planes del PP, según explicó Rato, no sólo para reactivar la economía sino para garantizar la financiación de los servicios sociales. El PP, aseguró su portavoz, se compromete a no privatizar ningún servicio público. "Nada de retrocesos".

Sin perjuicios para el usuario

Pero el único modelo de servicios públicos y sociales no es el de "la quiebra técnica y el recorte de prestaciones porque no hay dinero, sean medicamentos o subsidios de desempleo", resultados que el PP atribuye al Gobierno del PSOE. "Hay otros caminos como el de introducir la competencia sin perjuicios para el usuario y reduciendo costes".

Rato y el proyecto de programa económico del PP citan un ejemplo para ilustrar su proyecto. El 88% de los funcionarios -que pueden escoger entre la asistencia sanitaria del Insalud y la de seguros médicos privados concertados-, se deciden por estos últimos.

El grado de satisfacción de los funcionarios es más elevado que el de los usuarios del Insalud, según Rato, y el coste por persona de MUFACE es un 25% menor que en el Insalud, lo que demuestra que la competencia aumenta la eficacia para el público y reduce el coste para el Estado.