_
_
_
_

Susana vuelve a respirar

La afectada por el 'síndrome Ardystil' que recibió un pulmón se recupera en Francia

Jan Martínez Ahrens

Al despertar, Susana Javaloyes no se acordaba de nada. Los tubos, las incomprensibles máquinas que se. introducían en su cuerpo y el parpadear de los contadores la hicieron sentirse en otro mundo.Aislada en una sala de esterilización, la primera voz familiar -la de sus padres- le llegó por teléfono. Entonces la joven alcoyana supo de nuevo que era domingo, que se encontraba en el prestigioso hospital Xavier Arnozan de Burdeos (Francia) y que había sido sometida a un doble trasplante de pulmón. El último remedio para el denominado síndrome Ardystil: una extraña enfermedad, nunca vista en los manuales científicos, que trae de cabeza a expertos de todo el mundo. Y no sin razón.

A los nueve meses de su detección, en las comarcas alicantinas de L'Alcoià El Cointat, los médicos todavía no han logrado dar con su agente causal ni con un tratamiento que sea capaz de frenar los súbitos empeoramientos que provoca. Entretanto, seis personas han muerto y otras 68 están afectadas por este mal.

"Está mucho más animada que antes de la operación", comentó ayer desde el hospital francés Francisco Javaloyes, padre de Susana. Le acompañaba Pilar, su mujer. Se comunican con su hija mediante un teléfono interno. "Los médicos prefieren que hasta dentro de una semana no entremos en la habitación para evitar contagios", señaló Francisco, que trabaja de tejedor textil y que prefiere no hacer comentarios sobre los "culpables" de la situación de su hija. La intervención, efectuada en la madrugada del 10 de enero, fue considerada técnicamente un éxito. Susana, de 21 años, es la primera afectada por el síndrome Ardystil que recibe un trasplante. La operación fue realizada. por un equipo médico francés, dirigido por el doctor Louis Couraud, y con la presencia de un especialista del hospital La Fe de Valencia. El pulmón procedía de una mujer francesa de 35 años.

Fue el final de un largo proceso, que se inició, como recuerda su padre, en diciembre de 1991, cuando Susana, con la intención de ahorrar para un coche, entró, aconsejada por las amigas, en la fábrica de estampación por aerografiado Ardystil, situada en el vecino pueblo. de Cocentaina (Alicante). Allí conoció y trabajó con las fallecidas Yovanna, Soraya, Isabel, Pepa y Mila. Ella era una de las encargadas de pintar con pistola las telas.

Cuatro meses de duro trabajo en condiciones tercermundistas, ante la vista gorda de la Administración -el Ministerio de Trabajo inspeccionó al menos dos veces el local sin denunciar sus pésimas condiciones sanitarias-, bastaron para que sus pulmones quedasen dañados. Irremediablemente dañados. Las investigaciones sanitarias indican que el mal -que afecta a los pulmones y que en su fase terminal presenta un cuadro similar a la fibrosis pulmonarse debió a la inhalación de los productos tóxicos empleados durante el proceso de aerografiado.

Ahora, Susana, aunque con pulmones ajenos, respira de nuevo. Y con ella respiran los afectados más graves, nueve personas que viven en la cuerda floja y que vislumbran en la evolución de Susana su, propio futuro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_