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El II Plan para la Igualdad nace con el objetivo de poner fin a la discriminación laboral de las mujeres

El Consejo de Ministros estudiará hoy el II Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres, un documento que ve la luz con el objetivo de conseguir que la igualdad de sexos que existe sobre el papel se convierta en una igualdad real. Para ello, el Instituto de la Mujer, del Ministerio de Asuntos Sociales, ha elaborado una batería de medidas tendentes, por una parte, a paliar la discriminación laboral y la ausencia casi crónica de las mujeres en los puestos e decisión, y por otra, a reconciliar la imagen distorsionada que proyecta la publicidad con las mujeres de carne y hueso.

El II Plan para la Igualdad, anunciado en repetidas ocasiones por Matilde Fernández, ministra de Asuntos Sociales, nace con dos años de retraso, ya que tenía que haber sucedido, prácticamente sin interrupción, al I Plan para la Igualdad de Oportunidades. Éste concluyó en en diciembre de 1990.Esta dilación es un reflejo, en parte, de las dificultades que ha tenido que sortear para alcanzar al consenso necesario con otros ministerios y sectores. Tarea especialmente ardua en el terreno de la promoción laboral. Para romper la pertinaz resistencia de los empresarios a contar con las mujeres, el plan plantea que la baja por maternidad se configure como una baja específica y no como incapacidad laboral transitoria (ILT). En este sentido, un estudio realizado por el Instituto de la Mujer sobre el absentismo laboral muestra que -excluidas las bajas por maternidad, que se deben valorar considerando el bien social que comportan y afectan sólo a mujeres en una edad determinada- son más frecuentes las ausencias no justificadas del puesto de trabajo por parte de los varones que de las mujeres.

El Instituto de la Mujer aprovecha, además, la aprobación del II Plan para recordar que los contratos indefinidos a las féminas están subvencionados con medio millón de pesetas. En esta misma línea, el texto indica que deberán existir cauces específicos para facilitar la búsqueda de empleo a las mujeres (constituyen el 60% del paro actual registrado) y señala también la necesidad de impulsar la aplicación del principio "igual salario para trabajo de igual valor".

El capítulo laboral contempla además medidas como la creación de una red de centros de apoyo al autoempleo femenino; fomentar las capacidades de las mujeres en los ámbitos directivos (del total de empresarios en España, sólo son mujeres un 16,5%); incentivar el acceso de las mujeres al cuerpo de funcionarios (el 35% de los funcionarios de la Administración central son mujeres), y establecer convenios con el INI, el Instituto Nacional de Hidrocarburos y el Patrimonio del Estado para promover en estos organismos la igualdad.

Acoso sexual

Este II Plan concede especial atención a que las autoridades laborales atiendan y sancionen las conductas que supongan acoso sexual en el trabajo. Para ello, propone incluir en la Ley de Infracciones y Sanciones de Orden Social el concepto "ofensas verbales y físicas de naturaleza sexual".Por otra parte, entre las numerosas propuestas referidas a la imagen femenina, se propone que el Instituto de la Mujer actúe de oficio contra aquellos anuncios que atenten contra la dignidad de ésta o difundan una imagen discriminatoria Además, para evitar que la publicidad en televisión, radio, vallas y periódicos utilice la imagen de la mujer desde sus papeles tradicionales, se plantea la creación de un registro de aparición de la mujer en la publicidad y en los programas de los diferentes medios de comunicación para analizar y conocer exactamente cómo se presenta a las españolas de hoy.

En coincidencia con ese estudio, se quiere redactar un manual de estilo para adecuar a la realidad actual el tratamiento que se da a las mujeres en los medios de comunicación social y potenciar la presencia de las mujeres en estos medios.

En esta misma línea de trabajo, las propuestas para otras áreas que figuran en el centenar de folios que componen el plan, destacan que la Real Academia elimine de la lengua española la terminología sexista y la adapte al nuevo papel de las mujeres.

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