España espera que el ataque obligue a Bagdad a cumplir sus compromisos internacionales

El Gobierno español, por boca de su ministro de Exteriores, Javier Solana, expresó ayer el deseo de que el ataque aliado contra Irak "sea una acción limitada que sirva para que Bagdad cumpla sus obligaciones con la comunidad internacional". Solana hizo esta declaración, al poco tiempo de tener confirmación M bombardeo, en París, donde asistió a la firma del tratado que prohibe las armas químicas. Nada más conocer la noticia, el ministro habló por teléfono con el presidente Felipe González, que participaba en una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

"España considera que se trat de una acción legítima", añadió el titular de Asuntos Exteriores, "cuyo objetivo es el restablecimiento de la legalidad internacional" que había sido transgredida "por las violaciones graves y constantes, por parte de Bagdad, de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, en especial, de la 687 por la que se establece un alto el fuego (...)"Para el ministro la réplica de las tres potencias aliadas "no ha sido una sorpresa". Solana dio así a entender que había sido informado de la inminencia de la operación. Al margen de la firma del tratado, el titular de Exteriores se reunió brevemente en París ayer con el secretario de Estado norteamericano, Lawrence Eagleburger.

España, aclaró Solana, "no participará en ninguna acción directa contra Irak", y eso, precísó, "porque nadie lo ha solicitado". Solana, que habló con la prensa antes de que se iniciase el ataque, dijo que la operación contra Irak sería "selectiva y rápida" y que los aviones norteamericanos, británicos y franceses en la zona del Golfo tienen capacidad "suficiente" para realizar solos el trabajo.

González se trasladó a la Moncloa nada más terminar la reunión de la ejecutiva del PSOE, de la que salió unos momentos para hablar por teléfono con el Rey y el ministro de Exteriores. También mantuvo contactos con la portavoz, Rosa Conde, el vicepresidente, Narcís Serra, y el titular de Defensa, Julián García Vargas.

En Bonn, el presidente del Partido Popular, José María Aznar, apoyó la intervención contra Irak al manifestar que "no se puede vulnerar impunemente las resoluciones de la ONU", informa J. G. Ibañez.

Una vez iniciado el ataque, el portavoz de Exteriores del PP, Javier Rupérez, dijo que el ataque está "plenamente justificado" aunque precisó que no veía la necesidad de que "España participe más allá del apoyo político y moral, sin olvidar el logístico, al que no nos opondríamos y que seguramente ya se está prestando".

El uso de las bases

El diputado de Izquierda Unida (IU), Antonio Romero, se mostró más crítico al expresar sus sospechas de que EE UU hubiese solicitado al Gobierno español autorización para utilizar las bases militares de Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz).El coordinador de política exterior de IU, Carlos Camero, había pedido por su parte al Gobierno en un comunicado que no adoptase ninguna medida de apoyo a un ataque norteamericano contra Irak.

IU y el Centro Democrático y Social (CDS) pidieron una reunión urgente de la Diputación Permanente del Congreso en la que los ministros de Exteriores y Defensa expliquen la implicación de España en la nueva fase del conflicto.