Malo y buenos

¡El malo es Matanzo! 0 lo supongo yo: ese sheriff que merodea por Madrid para la mejor limpieza de sus fondos -o bajos fondos- humanos. Salen en este breve, simpático y juvenil Cabaret castizo, con un par de nombres que están en todas las aventuras teatrales que pueden, y a veces en otras más importantes: Chete Lera, Francisco Maestre.No hay que hacerse demasiadas ilusiones: ni el texto es brillante ni la música genial ni la interpretación extraordinaria. Las intenciones son buenas: sentar en el escenario unas cuantas ideas acerca de la noche madrileña, de quiénes son las víctimas y quiénes los culpables.

El ejercicio es escolar, y eso contribuye a que su inocencia tenga más valor. Compañeros y amigos de quienes estaban en el escenario, y dentro, llenaron la sala del Alfil, tan adecuada para esto, y aplaudieron y gritaron de entusiasmo. Tengo la sensación de que, aun sin tanta fe por medio, habrá un público juvenil y más bien libertario que aplaudirá, también, con sentido de la participación en el contenido de la obrita.