La renuncia del ministro de Economía abre una crisis en el Gobierno alemán

La dimisión del ministro de Economía alemán, el liberal Jürgen Möllemann, ha abierto una crisis de Gobierno en Bonn y puesto en evidencia las enormes limitaciones del canciller Helmut Kohl para renovar el Gabinete, encorsetado por los pactos entre los tres partidos que forman la coalición. Mientras el Partido Liberal (FDP) sigue buscando un sustituto para Möllemann, que no hará público hasta el viernes, en Bonn comenzaban los rumores sobre el nuevo Gobierno que, según el líder parlamentario democristiano Wolfgang Schäuble, deberá llegar antes de una semana.

El número de candidatos a la cartera de Economía aumentó ayer mientras los liberales se congregaban en Stuttgart para su tradicional minicongreso de la Epifanía. "La carrera está completamente abierta", dijo, el portavoz del FDP, Hans-Rolf Góbel.A los dos candidatos que surgieron el lunes -el banquero Günter Rexrodt, miembro del directorio de la Treuhand, el holding que controla el aparato industrial de la antigua Alemania comunista, y el ministro de Economía de Brandeburgo, Walter Hirche-, se les ha unido ahora. un, auténtico peso pesado del partido liberal, el líder parlamentario del FDP, Herrman Otto Solins.

Otras voces que llegan tanto de fuera como de dentro del propio Partido Liberal piden la llegada al frente de Economía de un "experto" que no sea un político. Para la ministra de Justicia, la liberal Sabine Leuthauser-Schriarremberger, "no es tan importante que esté arraigado en el FDP, lo importante es que sea una persona competente".Falta de líderes

La falta de líderes entre los liberales, cuyo plantel de primera fila se reduce hoy al ministro de Exteriores, Klaus Kinkel, -heredero ahora de la vicecancillería y en primavera de la presidencia del partido- hace que entre las bases se considere la posibilidad de encontrar a un experto desvinculado de los partidos, que sólo posteriormente se integre en el partido liberal.

La inminente renovación del Gabinete, que ha perdido a cinco ministros en los últimos siete meses, no parece, sin embargo, que vaya a afectar a los titulares de los ministerios de primera categoría, como Interior, Justicia, Exteriores y Hacienda. Por esta razón, el ministerio de Economía se convierte automáticamente en la gran. joya del proyecto del canciller Kohl para atravesar el amenazador 1993 y entrar en el año electoral de 1994 con un mínimo de posibilidades de conseguir un resultado honorable.

A lo largo de esta crisis, el canciller Helmut Kohl, en lugar de volver a Bonn e intentar tomar las riendas de la situación, ha preferido apurar hasta el último día las. fiestas navideñas en su casa de Oggersheim, en el Palatinado. Allí permanecerá hasta esta tarde en que tiene prevista su vuelta a la cancillería.

Lo cierto es que, aunque quisiera dar un cambio radical a la política económica de su Gobierno, carece de las facultades para hacerlo. Los acuerdos que hace dos años sellaron la coalición entre democristianos (CDU), liberales (FDP) y socialcristianos bávaros (CSU), dejan en manos de sus socios menores Hacienda y Economía, las dos carteras que habría que renovar.

Si los liberales se apresuraron a dejar bien claro que sólo a ellos correspondía nombrar el sucesor de Möllemann, intentar derribar a Theo Waigel, el propio presidente de la CSU, de su poltrona en Hacienda, le supondría a Kohl pagar un precio político que no puede permitirse, por más que la presencia de los socialcristianos bávaros en el Gabinete, en términos de mayoría parlamentaria, no sea necesaria.Baraja de nombres

Los nombres que se barajan para el nuevo Gabinete comienzan con el del candidato al puesto dejado vacante por Christian Schwarz-Schilling (CDU), ministro de Correos y Telecomunicaciones, que dimitió poco antes de las Navidades en protesta por la inacción del Gobierno ante la guerra en los Balcanes, y que podría ser ocupado por Wolfgang Betsch (CSU).

A cambio, Ignatz Kiechle (CDU), actual ministro de Agricultura, perdería su puesto en favor del socialcristiano bávaro Jochen Borchert. Otros ministros en peligro son, Heinz Riesenhuber (CDU), el titular de Investigación y Ciencia, cuyo ministerio, tal como se viene rumoreando últimamente, podría pasar a integrarse en el ministerio de Economía, y también la ministra de Juventud y Familia, Hannelore Rönsch (CDU)