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Parte del ganado introducido en Doñana continuaba ayer pastando dentro del parque

Los ganaderos de Almonte (Huelva), que el pasado fin de semana ocuparon por la fuerza con sus reses unos, terrenos de gran valor ecológico del parque nacional de Doñana, consiguieron ayer, tras una larga entrevista, la mediación del alcalde de Almonte, el socialista Francisco Bella, con los directivos de la reserva natural. Estos han puesto varias denuncias por los incidentes ocurridos, una de ellas por intento de linchamiento a una bióloga. Parte de las más de 150 reses introducidas en Las Marismillas, en unos terrenos no pisados ni por los conservadores de Doñana desde hace 15 años, regresaron ayer por su propio pie a la zona de la marisma donde habitualmente pastan. Otro grupo de vacas seguía en el parque.

La cantidad de ganado que continuaba ayer en Las Marismillas, en pleno corazón del parque, no ha podido ser determinada. Los conservadores tampoco precisaron cuándo procederían a retirarlas, por temor a nuevos incidentes.Almonte, la localidad que más término municipal aporta a Doñana, vivió ayer las secuelas de la tensión que se sucedió en Doñana durante todo el fin de semana, cuando unos 500 vecinos invadieron con coches y más de un centenar de caballos y vacas el parque para alimentar su ganado.Las negociaciones entre la administración de Doñana y los ganaderos para determinar las zonas del parque donde se puede pastar, iniciadas la pasada semana, han quedado interrumpidas, según el Gobierno Civil de Huelva, que anunció la adopción de "las acciones oportunas para sancionar a los promotores y actuantes de las alteraciones de orden público".El miedo de una bióloga

En el Juzgado de La Palma del Condado -del que depende Almonte- se inició ayer la investigación sobre los incidentes, a raíz de las denuncias puestas ante la Guardia Civil por los conservadores del parque. La bióloga Blanca Ramos manifestó ayer que fue víctima de un intento de linchamiento: "Los ganaderos rodearon mi coche cuando tenía la ventanilla bajada e intentaba evitar el paso de ganado. Me golpearon, me abofetearon, me tiraron del pelo, me estrellaron la cabeza contra el parabrisas, me insultaron... Aquellos minutos me parecieron eternos, hasta que llegó la Guardia Civil".

El conflicto irrumpió ayer en el ámbito político. El parlamentario del PSOE por Huelva Genaro García Arreciado dijo: "Rechazamos la actuación de los ganaderos. En una sociedad democrática, las demandas de los ciudadanos tienen unos cauces adecuados para ser planteadas".

El director-conservador del parque, Jesús Casas, ha calificado los hechos de "auténtica escalada de terror y violencia". De los ganaderos que entraron en el parque, ha dicho que "es una panda de salvajes y desalmados", según informa Servimedia.

Los ganaderos han acusado a Casas de mentir y señalan que no han causado daño alguno al coto y que tampoco sus animales lo hacen, porque se encuentran, según ellos, en zonas de uso moderado donde los expertos contemplan la posibilidad de la ganadería extensiva, según informa Efe.

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