Arafat pide a las Naciones Unidas que obligue a Israel a repatriar a los 415 palestinos deportados
El líder de la OLP, Yasir Arafat, ha solicitado a Butros Gali que la ONU obligue a Israel a cumplir la resolución 779, que ex¡ge el retorno de los expulsados. Mientras, en Israel, el primer ministro, Isaac Rabin, ha propuesto como solución a la crisis que un tercer país; acepte acoger a los deportados. Los afectados han rechazado esta posibilidad. El ministro de Exteriores francés, Roland Dumas, pide como solución intermedia que los cascos azules desplegados en el sur del Líbano se encarguen de los 415 deportados de forma provisional.
El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, tras reunirse ayer con Yasir Arafat en Ginebra, aseguró que la solución de la crisis pasa necesariamente por que Israel acepte el regreso de los 415 palestinos expulsados. "El hecho es una violación del derecho internacional y un obstáculo para la paz", dijo con rotundidad ante los periodistas, aunque más adelante reconoció sus limitaciones: "Todo lo que yo puedo hacer es utilizar la diplomacia de la persuasión y decir a todos que es del interés común evitar la confrontación y proseguir el proceso de paz". Gali confirmó, además, que entre los 415 deportados figuran 16 colaboradores de la Oficina de la ONU para la Asistencia a la Población Palestina. Por su parte, Yasir Arafat, pidió a Gali que realice todos los esfuerzos que estén a su alcance para que la ONU obligue a Israel a cumplir la resolución 779 y a readmitir por lo tanto a los deportados. En este punto, Arafat dijo el martes en Túnez, antes de partir hacia Ginebra, que el asunto estaba en manos de los Estados Unidos.
En otro momento de la rueda de prensa, posterior a su encuentro con Gali, Yasir Arafat calificó la deportación de "crimen de guerra" y llegó a comparar la práctica de las expulsiones con la depuración étnica que sufre Bosnia, informa J. A. Ortega.
Arafat, que también se entrevistó con Roland Dumas, reiteró que los palestinos no volverán a la mesa de negociaciones mientras el asunto de los deportados no esté resuelto. El líder palestino recordó el acuerdo alcanzado por los países árabes que mantienen negociaciones con Israel para suspenderlas hasta que los deportados puedan regresar a sus hogares. El líder de la OLP dijo que Rabin no es "un De Gaulle o incluso un De Klerk capaz de entablar una negociación seria".
El ministro francés de Exteriores, Roland Dumas, propuso a Gali, en Ginebra, colocar a los deportados bajo la protección de la FINUL -los cascos azules desplegados en el sur del Líbano-, de forma temporal y como medida humanitaria.
El tercer país
El Gobierno israelí propuso ayer, como solución definitiva, que un tercer país acoja a los deportados. "Esperamos que alguna nación se ofrezca voluntaria, sobre todo entre aquellas que hablan alto y fuerte de los derechos humanos", dijo el primer ministro Isaac Rabin. La idea del tercer país ha estado rondando en altas esferas del Gobierno desde hace días, pero fue ayer cuando Isaac Rabin decidió hacerla pública tras el fracaso de la misión emprendida por el subsecretario de la ONU, James Jonah, informa
Víctor Cygielman.
Rabin no mencionó ninguno, pero existen informes no confirmados de que Israel ha estado tanteando en secreto, entre otros, al Gobierno holandés, su principal aliado europeo. Amsterdam no ha hecho comentario alguno al respecto, pero fuentes diplomáticas consultadas por EL PAÍS en Beirut dijeron anoche que Holanda se limitará a negar haber recibido una petición israelí, informa J. C. Gumucio.
Los palestinos del Campo del Retorno ridiculizaron ayer la idea del tercer país y dijeron que no se moverán sino para regresar a sus hogares. Abdul Aziz al-Rantisi, portavoz de los afectados, declaró: "No hemos querido entrar en el Líbano, que es como nuestra segunda casa. ¿Cómo entonces podríamos ir a otro país europeo o no europeo?".
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