El Gobierno recorta las licencias de doblaje a las multinacionales del cine
Se reducirán a tres, y las películas europeas dobladas no generarán licencias
El Consejo de Ministros aprobó ayer, en su última reunión del año, el proyecto de ley elaborado por el Ministerio de Cultura para modificar las cuotas de pantalla y distribución cinematográfica en España. La normativa, que en enero pasará a debate parlamentario, pretende regular la presencia del cine norteamericano en las pantallas españolas recortando a las distribuidoras multinacionales el número de licencias que hasta ahora conseguían por cada película española estrenada por ellos: en lugar de cuatro, se reducirán a tres. Además, las películas comunitarias generarán el mismo número de licencias que las españolas, siempre que se exhiban en España en su versión original, subtitulada o no.
Esta última es la más sustancial y reciente modificación que ha sufrido el proyecto, tras la consulta que el Ministerio de Cultura estableció con las asociaciones profesionales del cine español. Inicialmente, el texto de Cultura contemplaba que las películas comunitarias generarán igual número de licencias de doblaje que las españolas, independientemente de que se estrenaran en su versión original o dobladas. Este planteamiento venía motivado porque está pendiente una sentencia del Tribunal de Luxemburgo, tras una denuncia realizada hace dos años por la asociación & distribuidores Fedicine, en la que éstos planteaban que en España existe discriminación entre películas españolas y comunitarias.Pero las asociaciones de productores, Fundación Procine incluida, y distribuidores independientes denunciaron, por su parte, que esta equiparación a efectos de licencias de doblaje de las películas españolas y comunitarias iba a suponer que "las distribuidoras norteamericanas comprarían todavía menos películas españolas, ya que conseguirían, los mismos efectos -nuevas licencias para estrenar producciones norteamericanas dobladas a cualquier lengua oficial española- adquiriendo películas europeas dobladas".
Cultura aceptó
Finalmente, el Ministerio de Cultura ha aceptado esta reivindicación de los profesionales del cine español, y el proyecto que aprobó ayer el Gobierno equipara a efectos de licencias de doblaje las películas comunitarias con las españolas, siempre y cuando las primeras se estrenen en versión original."No tenemos mucho miedo al Tribunal de Luxemburgo porque las películas comunitarias no van a necesitar licencia para doblarse en España y la única diferencia es que solo generarán licencia ellas mismas cuando se estrenen en versión original", afirmó ayer Santiago de Torres, subsecretario de Cultura.
El proyecto de ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que pretende ejercer un control más riguroso -para acabar con casos como el de Instinto básico: entró en España camuflada bajo bandera holandesa para beneficiarse del apoyo al cine comunitario-, contempla que el máximo de licencias que podrá obtener una distribuidora -el sector está en manos, principalmente, norteamericanas- por estrenar una película española o comunitaria en versión original será de tres, en lugar de las cuatro que permitía la actual legislación vigente desde 1980.
La práctica habitual hasta hoy -consistía simplemente en la firma del contrato, y esto ha supuesto que durante los últimos diez años 72 películas españolas no hayan llegado siquiera a estrenarse. Ahora la primera licencia se otorgará cuando se acredite que la película española o comunitaria ha logrado en taquilla unos ingresos brutos de 20 millones de pesetas; y la segunda y tercera, cuando alcance los 50 millones de pesetas. Además, las distribuidoras podrán obtener una licencia complementaria si participan en la financiación de una película española o comunitaria, con un 25% mínimo de su coste de producción.
Para la Administración española, "esta nueva ley hará que se estrene más cine español y, sobre todo, que los distribuidores se interesen porque sea rentable y así les genere más licencias de doblaje", afirmó ayer el director del Instituto de Cinemotgrafía (ICAA), Juan Miguel Lamet. Respecto a por qué se ha variado el tope mínimo de recaudación (de 30 a 20 millones) y se ha fijado en tres en lugar de dos, el director del ICAA afirmó: "La versión original hace menos dinero que la versión doblada y, por tanto, genera menos licencias".
Babelia
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