Holanda da luz verde a la reproducción del primer toro con un gen humano
El Congreso de los Diputados de Holanda acaba de aprobar las técnicas de modificación genética aplicadas a los animales, "en casos especiales y siempre que su necesidad quede demostrada y sus objetivos no puedan lograrse de otro modo". La medida da luz verde a la reproducción de Herman, un toro de dos años manipulado genéticamente para introducirle el gen humano productor de la lactoferrina. Esta proteína que se segrega en la leche humana tiene una potente capacidad antiinfecciosa, y los científicos pretenden producirla a gran escala inseminando artificialmente a cerca de 60 vacas con el esperma de Herman.
La lactoferrina aparece en la leche de las mujeres y también en la de las vacas, pero en éstas los efectos protectores son menores y además no tiene eficacia para la especie humana. El objetivo del experimento genético holandés es que las futuras hijas de Herman produzcan en su leche la proteína humana en grandes cantidades para tratar con ella la mastitis (inflamación frecuente del pezón o la mama), septicemia (envenenamiento generalizado de la sangre). Incluso las infecciones intestinales en enfermos de sida y cáncer.Cuando Herman era sólo un óvulo fecundado artificialmente, recibió una microinyección in vitro con el gen obtenido en los laboratorios de la compañía holandesa Gene Pharming. La casa holandesa es la dueña de Herman, aunque colabora con la Universidad de Leiden y recibe subsidios de los Ministerios de Economía y Agricultura. Herman fue el único animal en el que el experimento surtió efecto de los 30 tratados. La firma espera ahora comprobar la presencia de lactoferrina humana en la leche de la mitad de sus futuras hijas.
Antes de la votación, la Cámara examinó los informes elaborados por una comisión de ética. Cinco de sus ocho miembros se mostraron partidarios de la modificación genética de animales como Herman si ello podía remediar la mastitis. "Y si en el futuro otras medicinas derivarían de la leche de vaca". Una propuesta inicial presentada por la propia Gene Pharming y un instituto de investigación, que no prosperó, iba mucho más lejos. Pretendía introducir el gen en todo el ganado vacuno para impedir así la infección mamaria.
La fórmula adoptada por los diputados exige también una investigación exhaustiva previa a las empresas que soliciten licencias para modificaciones genéticas. Las posibles alternativas a dicho tratamiento y sus carencias deben ser explicitadas. Sólo los Verdes mostraron su rechazo a que Herman empiece a procrear. Para el partido ecologista, "no está claro que dichas técnicas puedan derivar en la obtención de lactoferrina humana para combatir infecciones. En un futuro próximo, además, podrá conseguirse la misma proteína sin necesidad de experimentar con animales", según la moción presentada por este partido y derrotada ante el Congreso.
Problemas éticos
Expertos en bioética han contribuido estos días a animar una discusión que incluye a los defensores acérrimos de los animales. Los primeros sugieren que facilitar los experimentos genéticos supondrá tratar a los animales como objetos de uso. Al mejorar su calidad, pueden acabar siendo considerados como un producto de la inteligencia más que de la naturaleza. El respeto a la vida animal y el ahorro de posibles sufrimientos es el argumento de los segundos. Por su parte, los científicos reconocen que ignoran aún los cambios que el gen puede operar en los futuros descendientes de Herman.
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