El Este y el Oeste se ofrecen a la ONU para operaciones de mantenimiento de la paz
El Consejo de Cooperación del Atlántico Norte, formado por los países de la OTAN y los del antiguo Pacto de Varsovia, acordó ayer, en la reunión de sus ministros de Exteriores celebrada en Bruselas, expresar su disposición "a apoyar y contribuir, caso por caso, en las operaciones de mantenimiento de la paz realizadas bajo la autoridad de la ONU o la responsabilidad de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa [CSCE]". Mientras, la Asamblea General de la ONU aprobó anoche, con el apoyo de EE UU y por 102 votos a favor, una resolución que recomienda el uso de la fuerza en Bosnia-Herzegovina y el levantamiento del embargo de armas a esa república.
El ofrecimiento del Consejo de Cooperación del Atlántico Norte y la resolución de la Asamblea General se producen en la semana de mayor actividad internacional sobre la guerra en los Balcanes, justo cuando el Consejo de Seguridad debe decidir sobre el empleo de la fuerza para imponer la zona de exclusión aérea en Bosnia, que puede suponer un paso más en la escalada de intervención occidental. El Consejo de Cooperación apoyó, concretamente, una presencia de carácter preventivo de la ONU en Kosovo.Desde el pasado sábado la situación en Bosnia ha sido objeto de discusión y de declaraciones de condena por parte de la cumbre de Edimburgo, la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), la Conferencia de Ginebra, la reunión del Consejo Atlántico y ayer la del Consejo de Cooperación. En todos estos foros internacionales ha sido condenada la actitud de Serbia, pero nadie ha propuesto todavía formalmente la realización de una operación militar a gran escala. EE UU pretendía comprometer mucho más a fondo al organismo de cooperación en la realización de operaciones de mantenimiento de la paz bajo auspicios de la ONU, al estilo de la intervención en la guerra del Golfo. La oposición de Francia obligó al Consejo a moderar su decisión y remitir los compromisos al estudio de cada caso concreto. El Consejo preparará los planes de contingencia para la realización de las operaciones, y organizará los ejercicios y maniobras necesarios, pero decidirá cada una de ellas cuando se produzca la propuesta y en función de los países que quieran comprometerse en ellas.
El secretario de Estado norteamericano, Lawrence Eagleburger, lamentó en su discurso ante los ministros y representantes la falta de acuerdo "en el área más crítica de nuestra seguridad común para los próximos años, como es el mantenimiento de la paz".
El ofrecimiento del Consejo de Cooperación se produce 24 horas después de que el Consejo Atlántico se pusiera a disposición también de la ONU y de la CSCE para hacer aplicar la prohibición de vuelos sobre Bosnia-Herzegovina, así como para realizar otras operaciones como son la creación de zonas de protección para los civiles en la antigua Yugoslavia y la presencia militar preventiva en regiones de alta conflictividad, como Kosovo o Macedonia.
La reunión de los 32 ministros de Exteriores o de sus representantes no se definió sobre la propuesta de zona de exclusión aérea en Bosnia, que será planteada en el Consejo de Seguridad y necesita ser aprobada por Rusia, que cuenta con derecho de veto. Los ministros condenaron la limpieza étnica y llamaron a todas las partes enfrentadas en la guerra de los Balcanes, con especial mención a los serbios. No entraron a considerar una condena directa y explícita contra Serbia por las matanzas y los atentados a los derechos humanos.
Paralelamente, la Asamblea General de la ONU aprobaba anoche sin ningún voto en contra una nueva resolución para recomendar el uso de fuerza en la antigua Yugoslavia y aconsejar que se levante el embargo de armas a Bosnia-Herzegovina. EE UU fue uno de los 102 países que apoyaron la resolución, con la que los países islámicos pretenden conseguir un mayor compromiso de la comunidad internacional en defensa de los musulmanes que habitan en la antigua república yugoslava. La propuesta de la Asamblea General solicita al Consejo de Seguridad que "utilice todos los medios necesarios" para restaurar la integridad de Bosnia, la misma expresión acuñada durante la guerra del Golfo para simbolizar el uso de fuerza.
Entre las 57 abstenciones figuran las de Canadá 37 el Reino Unido, dos países que consideran que permitir el acceso de armas para los bosnios representaría un riesgo añadido para sus fuerzas desplegadas en la región.
El primer ministro británico, John Major, que ostenta la presidencia de la CE, y el presidente de EE UU, George Bush, se reunieron ayer en Washington y reafirmaron su decisión de acabar con la violencia en Bosnia, y buscar una solución política garantizando al mismo tiempo el flujo de ayuda humanitaria.
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