Los comunistas no volverán a a "meter sus manos" en el bolsillo privado, dice Yeltsin

El presidente ruso, Borís Yeltsin, calificó ayer de "vanos los intentos de dar marcha atrás" en la reforma y aseguró que los comunistas ya no podrán volver a "meter sus manos en los bolsillos privados". Al mismo tiempo se aclaró que, de momento, ninguno de los ministros económicos dimitirá, a pesar de¡ nombramiento de Víktor Chernomirdin como primer ministro, un tecnócrata de ideas conservadoras comparado con Yegor Gaidar, el ex jefe de Gobierno.

Yeltsin trató ayer de hacer pasar como una victoria suya lo ocurrido en el último Congreso de los Diputados, el macroparlamento ruso que le forzó a cambiar de primer ministro y elegir para el cargo a una persona que en gran medida comparte los planteamientos de Unión Cívica, bloque centrista que venía pidiendo una revisión de la política económica. Sin embargo, los observadores locales tienen una opinión contraria de lo acontecido en los últimos días.Los ministros del equipo económico de Gaidar han decidido tomarse las cosas con calma, y esperan a ver cuáles serán las primeras decisiones de Chernomirdin para comprobar si, efectivamente, cambiará de forma radical la política económica.

Yeltsin, de acuerdo con la agencia Tass, pidió al ministro de Economía, Andréi Necháyev, que permaneciera en supuesto, aunque el mismo presidente lo había criticado en octubre pasado. Anatoli Chubais, uno de los vicejefes del Gabinete, declaró ayer que está dispuesto a seguir en su cargo "mientras exista la posibilidad de cumplir el programa de privatización" por él elaborado. Vladímir Shumeiko, el primer viceprimer ministro, también continuará en el Gobierno por el momento. El también viceprimer ministro Alexandr Shojin participó el martes en las conversaciones con el canciller alemán, Helmut Kohl. Y el último hombre del equipo de Gaidar, el ministro de Comercio Exterior, Piotr Aven, desmintió desde Francia -donde se encuentra en conversaciones con el Club de París- que hubiera dimitido.

El presidente Yeltsin aseguró ayer a los hombres de negocios alemanes con quienes se entrevistó que los temores de que en Rusia se inicien "cambios conservadores" son infundados. Tanto en esta reunión como en la conferencia de prensa dada con Kohl, Yeltsin insistió en que continuará las reformas y el proceso de democratización.

De otro lado, la evacuación de las tropas rusas de Alemania habrá terminado para el 31 de agosto de 1994, es decir cuatro meses antes de lo previsto. A este acuerdo llegaron ayer Yeltsin y el canciller alemán, Helmut Kohl. Rusia, a cambio de esta concesión, obtendrá 39.600 millones de pesetas para financiar el traslado y la instalación en territorio ruso de los oficiales y sus familias, que actualmente están en Alemania.