Más allá del derrotismo

Si existe un afropesimismo informativo, también toda referencia a pueblos indígenas suele ir teñida de catastrofismo y derrotismo. Sin embargo, quienes están más cerca de los problemas reales no son precisamente los más pesimistas, porque ven que ahora se mueven cosas que hace años no se movían y por ello se sienten "más allá del derrotismo".Las organizaciones indígenas se multiplican, y su coordinación ya no es una utopía. Y en los países desarrollados funcionan asociaciones que -aunque con precarios medios- trabajan en contacto con los pueblos afectados. España no es excepción.

"Lógicamente trabajamos más con indígenas iberoamericanos", dice Charo Santamaría, de la oficina en Madrid de Survival International (Príncipe, 12, 28012 Madrid), una asociación con más de dos décadas de existencia y cuya sede está en Londres. "Entre ellos la indefensión es mayor que en Norteamérica, pero lo importante es que están desarrollando sus organizaciones y su orgullo".

La Comisión Proamazonia (Campomanes, 13, 28013 Madrid) edita un boletín, Amazonia Urgente: "Es una zona donde derechos humanos y ecología van unidos", dice José Santamarta, presidente, "y por eso colaboramos con organizaciones inspiradas en la teología de la liberación como Pastoral da Terra, o con el Sindicato de Seringueiros de Brasil". Santamarta es vicepresidente del European Working Group on Amazonia, que intenta influir en la Comisión Europea para que sea receptiva sobre estos temas.

Diferentes etnias

Julio Azcárate, antropólogo, de Amigos de los Indios (Infantas, 19, 28004 Madrid), vivió más de un lustro en la Amazonia brasileña y rebate todo pesimismo: "La acción indígena y ciudadana ha conseguido que, de las 27 siderurgias planificadas en la zona, sólo funcionen siete". En otros puntos de España hay otras asociaciones de menor relieve que las citadas, pero de reconocido entusiasmo. Por ejemplo, Oficina de Suport al Moviment Indi (Sant Vicent, 3, 08001 Barcelona), Comisión Vasca en Defensa de la Amazonia (Eustasio Amilibia, 4, 20011 San Sebastián).

La comunidad internacional habrá de dar respuesta en 1993, declarado Año de los Pueblos Indígenas del Mundo, los problemas que amenazan etnias tan distintas como las que habitan Iberoamérica, los gitanos, los nómadas sami escandinavos, los pueblos centroasiáticos, los beréberes, los kurdos, los ainu de Hokaido y Sajalín, los nagas de Assam, los karen tailandeses, los dayaks de Sarawak, los timoreses, los papúes, los isneg filipinos, los maoríes, los aborígenes australianos, los pigmeos, los dinka sudaneses, los bosquimanos, los innu e inuit canadienses....