Visa para un concierto
Parecía lógico pensar que la sala del San Juan iba a convertirse el viernes por la noche en una concurrida pista de baile. No fue así; poco más de 50 personas asistieron a la presentación en España de este músico dominicano que en los últimos años ha recorrido con éxito media Europa. Pero Francisco Ulloa, que de niño trabajó en el campo y al que le costó mucho esfuerzo poder comprar su primer acordeón, hizo de tripas corazón y ofreció una actuación estupenda.Hubo un poquito de todo: cumbias y vallenatos, popurris de boleros y, sobre todo, merengue, con el acordeón y el saxo en diálogos endiablados, apoyándose en el incansable ritmo 2x4 de bajo, conga, tambora (pequeño tambor de doble cabeza) y guayo (un cilindro cuya superficie estriada se raspa con un palo).
Francisco Ulloa y su conjunto
Colegio Mayor San Juan Evangelista. Precio: 1.000 pesetas.Madrid, 11 de diciembre
Merengue típico de la República Dominicana: lejos de las exquisiteces de Juan Luis Guerra, más cercano a la tradición rural, pero igualmente capaz de contagiar ganas de baile. Para muchos, la música más veloz que pueda escucharse. Se, dice que de lo apretada que es no cabe una hoja de afeitar entre las notas.
Dotado de buena voz, y con un disco reciente en el mercado internacional, Ultramerengue, Francisco Ulloa confirmó sus cualidades. Que traer a un artista de su categoría apenas tenga repercusión en la prensa no augura nada bueno. Resulta descorazonador para quienes se esfuerzan por acercarnos sonidos alternativos a lo anglosajón, y da a entender que las fronteras musicales corren peligro de impermeabilizarse de nuevo.
Babelia
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