González acepta ampliar rápidamente la CE para dar satisfacción a Kohl

IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno, Felipe González, reiteró ayer su rechazo de la última oferta presupuestaria británica pero sorprendió, en cambio, a sus socios comunitarios al proponer acelerar el ingreso en la Comunidad Europea (CE) de los países candidatos siempre y cuando la cumbre europea de Edimburgo, que se inicia hoy, concluya mañana con un éxito. Esta modificación de actitud española pretende dar satisfacción al canciller alemán, Helmut Kohl, el más firme partidario de la ampliación e incitarle a cambio a ser más generoso a la hora de fijar la cuantía de los fondos estructurales y de cohesión.

González asistió ayer al almuerzo con el que se clausuró la reunión de los líderes del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), bajo la presidencia del laborista británico John Smith, y participó a continuación en una rueda de prensa conjunta en la que la mayoría de las preguntas le fueron dirigidas a él. El presidente español sacó una inesperada conclusión del resultado del referéndum del domingo en Suiza en el que una mayoría se pronunció en contra del Espacio Económico Europeo (VEE), que amplía el mercado único a los siete países de la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) y les proporciona así una antesala para su ingreso en la CE.Hasta ahora el Gobierno español era partidario, como declaró recientemente en el Congreso el secretario de Estado para la CE, Carlos Westendorp, de renegociar el EEE en el marco de una conferencia intergubernamental para obtener compensaciones por la renuncia de Suiza, un país que aportaba la cuarta parte de las subvenciones y créditos ventajosos que iba a recibir España por abrir más aún sus fronteras a la EFTA.

Aunque reconoció que esa renegociación podía ser una solución, González recalcó que "tal vez el camino más directo para buscar una solución sea acelerar el proceso de integración" de Austria, Suecia, Finlandia y Noruega. "Sería partidario de que se resolviera por esa vía. Es sólo una sugerencia", añadió, "no la hemos discutido aún".

El jefe del Gobierno quiso dejar bien claro que, para que se lleve a cabo esa aceleración del procesó de ampliación, en Edimburgo se deben aprobar unas perspectivas financieras para los próximos años que den satisfacción a España en materia de cohesión y el Reino Unido tiene que comprometerse a ratificar, Maastricht dentro de unos meses mientras Dinamarca organizaría otro referéndum sobre el tratado.

La modificación de la postura española sobre la ampliación sólo se explica por el deseo de convencer a Kohl, con el que González ha pedido entrevistarse en Edimburgo, de que Alemania, principal contribuyente de las arcas comunitarias, sea generosa y permita un aumento presupuestario que conlleve, a su vez, un sustancial incremento de los fondos estructurales y de cohesión de ayuda a las regiones y Estados menos prósperos.

Hasta ahora Alemania hacía causa común con el Reino Unido en su rechazo de las reivindicaciones presupuestarias de los cuatro "pobres" de la CE (España, Irlanda, Portugal y Grecia). En la cumbre franco-alemana que concluyó el viernes Kohl abogó porque la negociación de ingreso con los países EFTA empezase en enero de 1993 y concluyese once meses después.

Transferencias fiscales

Una rápida ampliación podría además suponer para España y sus socios de la cohesión mayores transferencias fiscales de los nuevos miembros ricos de la CE que las que obtendrían de estos cuatro países a través de las subvenciones y de los préstamos bonificados previstos en el Tratado del EEE. La agilización de las nuevas adhesiones tendría además la ventaja, según explica el presidente François Mitterrand, de transmitir a los mercados y a los agentes económicos una señal de confianza en la construcción europea que reactivaría las economías europeas.

Ni que decir tiene que el líder socialdemócrata sueco, Ingmar Carlson, que participó en la misma conferencia de prensa que González, brindó una buena acogida a la "sugerencia" del presidente español. Con anterioridad se había mostrado muy preocupado por la posibilidad de que Edimburgo se salde con un fracaso que retrase la incorporación de su país a la CE.

En sintonía con sus declaraciones "duras" de las últimas semanas, Felipe González desestimó la propuesta de incremento del presupuesto comunitario del primer ministro John Major, porque "no es suficiente ni en gastos ni en recursos", pero rehusó hacer una crítica más detallada alegando que el Consejo Europeo de hoy sería el foro.