La cultura latinoamericana pide a Europa que le "deje vivir en paz su Edad Media"

Carlos Fuentes citó a Bolívar para reclamar a la cultura europea que dejara a Latinoamérica "vivir en paz su Edad Media". El escritor mexicano respondió así al político y escritor francés Regis Debray, que criticó exclusivamente el "expansionismo cultural de Estados Unidos" en Latinoamérica. El teatro Odéon de París ha sido marco -ayer, lunes, y el pasado domingo de un encuentro encabezado por la fórmula Los latinoamericanos hablan a los europeos, que ha reunido a intelectuales de la América de habla hispana y franceses. Todos coincidieron en pedir más solidaridad e intercambio cultural.

Entre los intelectuales latinoamericanos estaban: Carlos Fuentes, Cuauhtémoc Cárdenas, Luis Macas, Diana Morales, Jorge Arnado,Antonio Navarro, Liber Seregni, Lisandro Otero, Sergio Bitar, Luiz Inacio da Silva (Lula), Fernando Cossío... Y como representantes europeos: Claudio Magris, Bronislaw Geremek, Edgar Morin, Edgar Pisani o Lluís Pasqual, entre otros, además de los ministros franceses de Cultura y Justicia, Jack Lang y Michel Vauzelle, y hasta banqueros, directores de compañías dedicadas al turismo e, incluso, la esposa del presidente Mitterrand, que, durante dos días pudieron ser preguntados más por su condición de personas influyentes que por su conocimiento estricto del Nuevo Continente.Esta manera de conmemorar el V Centenario tenía como objetivo, en palabras de sus organizadores, el "renovar solidaridades y ayudar a que se constaten complementariedades".

Los temas que se abordaron para lograr tal cosa son tanto la persistencia de los clichés como el problema de un intercambio desigual, así como las diferencias entre las viejas democracias y las muy recientes y frágiles de Latinoamérica.

Se trataba de escapar a los tópicos, de interesarse por la complejidad de un mundo surgido del mestizaje entre la cultura india autóctona, la impuesta por los europeos y la llegada de África.

Fríjoles por hamburguesas

Carlos Fuentes hizo ese elogio del mestizaje y replicó a Regis Debray, que se lamentaba del expansionismo cultural de Estados Unidos, que "hay más de 25 millones de hispanohablantes en Estados Unidos, personas que tienen otra concepción de la familia y que no comen hamburguesas sino frijoles".Los mecanismos de defensa de cada país y de cada cultura son muy complejos. Hay pocas naciones que puedan tener como un mito de pureza étnica a Asterix", bromeó el escritor mexicano, que citó a Bolívar para reclamar que "dejaran a América Latina vivír en paz su Edad Media".

Los debates celebrados durante dos días en el teatro Odeón, han detenido las representaciones del ciclo ibérico, bajando el telón sobre los personajes de Lope, Valle Inclán o los locos indígenas de Els Joglars.

La platea atenta incluye a Claudio Magris, Bronislaw Geremek, Edgar Morin, Edgar Pisan¡ o Lluís Pasqual, pero también a ministros como Jack Lang y Michel Vauzelle, a banqueros, a directores de compañías dedicadas al turismo, a alcaldes de ciudades con graves problemas causados por la incapacidad de integrar la emigración, a periodistas y, obviamente a editores, gente que organizan flujos de dinero, viajeros o información, que marginan o potencian continentes enteros.

Edgar Morin subrayó la "necesidad de aumentar una comunicación para la solidaridad", y propuso que se creara un organismo que estableciera vínculos políticos permanentes entre América Latina y Europa.

Para el líder sindicalista brasileño Luis Ignacio da Silva, futuro candidato a lo presidencia de su país, era importante que el Viejo Continente tuviera "una política exterior más independiente", pero se refirió sobre todo a la situación brasileña y a la necesidad de "marginar a los militares ultras".

El novelista Jorge Amado también dijo "haber oído ruido de sables en Brasil", pero se mostró esperanzado ante un poder popular "capaz de echar de su cargo a un presidente corrupto". Amado reconoció que el regreso a su país le había resultado muy duro, "especialmente el descubrir hasta qué punto la miseria empuja a los niños a convertirse en delincuentes". Esa realidad es la que, según él, justifica "que siga teniendo vigencia el compromiso del escritor, que no es con un partido sino con la gente y las dificultades que viven".

Danielle Mitterrand

Danielle Mitterrand, esposa del presidente de Francia, era la invitada de honor a la clausura de los debates, que se han celebrado. con el teatro lleno, algo que Fuentes quiso resaltar.Todos los ponentes coincidieron también en hablar del fracaso del neoliberalismo a ultranza, del cambio fundamental que suponía la desaparición del bloque del Este y en la necesidad de que Europa fuese "uno de los platillos de la balanza", en expresión de Amado, capaz de contrarrestar la prepotencia del gran vecino del Norte.