Los sueños de Ronald
Pierre-Louis Ronald y otros 70 haitlanos llegaron a Miami la semana pasada en un navío de menos de ocho metros de eslora. Se encuentran alojados en un motel, en espera de que su situación migratoria se resuelva. El joven, de 28 años, que dejó en Haití a su esposa y tres hijos menores, comparte una pequeña habitación con un primo y otra pareja.Explica en un inglés aproximativo por qué salió huyendo de su país. Sus ojos se alumbran cuando saca de un sobre unas húmedas fotografías: imágenes de un herido en una camilla de hospital, de un hombre asesinado en el portal de su casa por una bala certera, de militares que están ahora al frente de su país.
Como cualquier joven, su aspiración es estudiar. Quizá nunca haya trabajado como fotógrafo para una revista, como asegura, y puede que haya inventado esa historia para conseguir asilo, pero lo cierto es que para los haitianos no es fácil ser admitidos en EE UU como refugiados políticos, aunque su país esté en manos de un régimen que se mantiene en el poder por la fuerza.
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