El Gobierno da luz verde a dos universidades privadas en Madrid.
El Consejo de Ministros aprobó ayer sendos proyectos de ley de reconocimiento de las dos primeras universidades privadas que se radicarán en Madrid y que llevarán los nombres de Alfonso X el Sabio y San Pablo-CEU.Las dos nuevas instituciones de enseñanza superior están promovidas por las entidades Universidad Privada de Madrid SA y Fundación San Pablo-CEU. Los dos proyectos legislativos explicitan el sometimiento de ambas universidades a las mismas normas de acceso (selectividad) que rigen para las públicas.
Se trata de los primeros proyectos de ley que tramitará el Congreso de los Diputados (la Comunidad Autónoma de Madrid no tiene aún competencias plenas en materia de política educativa) desde que el Gobierno estableciera, en abril de 1991, los requisitos mínimos que deben reunir las universidades, tanto públicas como privadas, para su reconocimiento oficial. En mayo del pasado año el parlamento catalán autorizó el funcionamiento de la Universidad Ramon Llull.
Dos 'campus'
La Alfonso X el Sabio contará con dos campus, situados en las localidades de Fuente el Saz del Jarama y Villanueva de la Cañada. Su entidad promotora está integrada por empresarios de la red de centros escolares privados no subvencionados. Esta universidad impartirá los estudios de Derecho, Economía, Administración y Dirección de Empresas, Historia del Arte, Traducción e Interpretación, Magisterio (cinco de sus especialidades), Física, Química, Informática, Telecomunicación e Ingeniería Industrial.La San Pablo-CEU,'que es desde hace muchos años un colegio universitario con el mismo nombre, tiene sus instalaciones en la urbanización de Montepríncipe y en el distrito de Moncloa. Impartirá las carreras de Derecho, Economía, Administración y Dirección de Empresas, Ciencias Empresariales (diplomatura), Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Farmacia, Química, Informática, Filosofia, Periodismo y Biblioteconomía y Documentación. Una disposición transitoria del proyecto de ley relativo a esta Universidad prevé la extinción progresiva de las enseñanzas del colegio universitario.
Ambas universidades se proponen comenzar su actividad académica en el curso 1993-94, aunque la tardanza en la aprobación de los respectivos proyectos le ley por el Gobierno pudiera afectar a las fechas previstas por a Alfonso X el Sabio al tratarse le una institución absolutamente nueva.
Una disposición adicional establece que el reconocimiento oficial caducará en el caso de que, transcurridos cuatro años desde la publicación de las respectivas leyes en el BOE no se hubiera solicitado la autorización para el inicio de las actividades académicas.
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