Peter Brook reivindica una ópera austera
'Impresiones de Pelléas', basada en la obra de Debussy y Maeterlinck, se estrena en París
Pocas veces la ópera ha sido presentada de modo tan íntimo y sucinto como en Impresiones de Pelléas, la pieza basada en la obra de Claude Debussy y Maurice Maeterlinck que Peter Brook acaba de estrenar en su parisiense Théatre des Bouffes du Nord. Dos pianos -uno de ellos invisible- y seis cantantes consagrados al culto a la palabra narran esta clásica y siempre joven historia de amor, celos y muerte en un decorado austero y sin alharacas de vestuario o juegos de luces deslumbrantes.
Impresiones de Pelléas, que los espectadores de Madrid y Barcelona podrán ver en los próximos meses, era el espectáculo más esperado de la temporada parisiense. Tras haber puesto en escena hace unos años Carmen, una de las piezas más populares del repertorio lírico mundial, Brook había escogido afrontar esta ópera casi secreta compuesta a principios de siglo por Debussy sobre un texto de Maeterlinck. ¿Cómo iba a superar el desafío?En la versión que ya pueden ver los parisienses, Brook se apoya sobre el mágico recinto de su Théatre des Bouffes du Nord. Pocas cosas hay en la capital francesa tan alejadas del mundanal ruido. En el falansterio teatral de Brook reinan la serenidad, la gentileza y una moderada alegría de vivir que el propio maestro ilumina con sus Ojos azules.
Brook ha realizado una puesta en escena sobria y delicada para la historia del triángulo amoroso formado por Pelléas, su hermanastro Goulaud y la esposa de éste, Melisande. Como manda la tradición griega y el renacimiento shakespeariano, la presentación de la tragedia se sitúa fuera del tiempo y del espacio. Al espectador nada le distrae de la música de los pianos y de los textos cantados por los intérpretes. Todo es puro, austero y espartano en este trabajo de Brook.
Tras haber recreado textos de Shakespeare, musicales de Broadway, piezas del teatro popular africano y la epopeya hindú del Mahabaratta, Brook, según propia confesión, intenta demostrar con Impresiones de Pelléas que la ópera "no es artificial, sino lo más natural del mundo".
"Lo interesante de Debussy", dice Brook, "es que tenía el mismo horror que yo a lo que normalmente se llama ópera". "En su época", añade, "dominaba la megalomaniaca alternativa wagneriana que hacía que Tristán e Isolda intercambiaran información sexual del mismo modo que un dinosaurio con un brontosaurio. Debussy no escapó a la influencia de Wagner, pero su música es esencialmente francesa, es decir, basada en la velocidad y la ligereza".
Brook dice que deseaba montar esta historia desde que, a finales de los años cuarenta, vio en la ópera Cómica de París Pelléas y Melisande, la obra original de Debussy y Maeterlinck, estrenada en 1902. "Debussy", cuenta, "deseaba que en su Pelléas las voces de los cantantes expresaran la psicología íntima de sus personajes. 'Olvídense de que están cantando', les decía".
Horror al convencionalismo
"Debussy", afirma Brook, "tenía horror del convencionalismo; nada era sagrado para él, excepto la búsqueda de la calidad". Así explica el director inglés su decisión de no montar Pelléas y Melisande en la versión de 1902. Brook ha limitado la orquesta en la obra a dos pianos y ha reducido las dos horas y media que dura la pieza original a una hora y cuarenta mnutos.Como la versión de Brook se representa cinco días a la semana, tres intérpretes masculinos se turnan para encarnar el personaje de Pelléas y tres femeninos dan vida a MelisandeLas tres Melisande vienen de Asia: una es china, otra coreana y la tercera japonesa. Así explica Brook su elección: "He hablado mucho con hombres que tienen esposas asiáticas. Todos me han hecho la misma observación: esas mujeres conservan una zona de misterio infranqueable para sus compañeros, el mismo misterio que el personaje de Melisande".
Babelia
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