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Francia y Alemania se disputan el máximo apoyo de los Doce ante el conflicto con EE UU

Los doce países de la Comunidad Europea se enfrentarán hoy en Bruselas a una dificil decisión: alinearse con Francia y definir las medidas de represalia que adoptaría la CE en el caso de que Estados Unidos cumpla su amenaza o apoyar la tesis alemana y acordar que no es éste el momento de hablar de represalias, sino de intensificar y agotar todas las vías de diálogo. De momento, Francia espera contar con el respaldo de España, Italia, Portugal, Irlanda y Bélgica, mientras que la tesis de Alemania está respaldada incondicionalmente por el Reino Unido y, probablemente, por Holanda. El pulso se librará en el Consejo de Asuntos Generales, que reunirá en la capital belga a los responsables de Asuntos Exteriores y de Comercio de la Comunidad Europea.

El ministro español de Exteriores, Javier Solana, adelantó ayer la postura de España, al asegurar que "no es partidaria de las guerras, ni siquiera de las comerciales". Solana aseguró no obstante, que la posición de EE UU "no se ajusta a las normas del GATT y concluyó que hay tiempo para propiciar "la vuelta al diálogo".El miedo a la recesión y el temor a perder votos, la racionalidad y la indignación volverán a encontrarse hoy en Bruselas durante la primera reunión decisiva para desbloquear la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio). Aunque en la noche del viernes la balanza se inclinó a favor de la tesis alemana, y los Doce hicieron votos por tomarse las cosas con calma, intentar buscar una salida negociada y no echar leña a un fuego que agravaría aún más la difícil situación de sus economías, Francia no olvida. Su ministro de Comercio, Dominique Strauss-Kahn, ha anunciado que hoy pedirá a sus socios y a la Comisión "la definición, con el acuerdo de los Doce, de una lista de posibles contra-sanciones [hacia EE UU] acompañadas por el deseo evidente de que no sea necesaria llevarlas a la práctica".

Rezar de rodillas

Esta apuesta francesa podría contar con el respaldo de Bélgica, según se desprende de las declaraciones de su ministro de Comercio, Robert Urbain, a la radio belga.

A juicio de este ministro, si la guerra comercial con EE UU llegara a estallar "no debemos arrodillarnos y rogar a los cielos para que todo se solucione, sino replicar a cada ataque con otro del mismo calibre", según informa Reuter.

Lo primero que deberán decidir hoy los Doce es qué orden de prioridad conviene mantener para solucionar la crisis. En la reunión de Brocket Hall ganó la partida la tesis de que lo más urgente es recomponer el diálogo. Esta es la opinión de Alemania y Reino Unido, que ya han lanzado incluso su opinión a favor de convocar una cumbre al más alto nivel si fracasa la vuelta al diálogo.

Un portavoz del número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico, John Major, aseguró ayer que éste considera que el desbloqueo de la Ronda Uruguay es el asunto más importante de su agenda como presidente de turno de la CE, según informa Efe. La misma fuente añade que Major está dispuesto a viajar a Washington si las negociaciones no logran desbloquearse antes del 5 de diciembre. El problema es que esta flexible actitud por parte del presidente de turno de la Comunidad se enfrenta a otra mucho más reivindicativa desde el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, según informa France Press.

En una entrevista que publicaba ayer el Sunday Times, Delors se declara a favor de responder a las sanciones anunciadas por Washington. "Debemos defender los intereses de todos los países, y en concreto de nuestras sociedades de servicios, nuestros agricultores y sus rentas", aseguró.

Con tal afirmación, el máximo representante de la Comisión Europea pasa revista a los dos problemas que han enfrentado a EE UU con la CE en las negociaciones del GATT: la agricultura, dónde Washington pedía menos protección a los Doce, y los servicios, un área que EE UU no quiere liberalizar tanto como pretende la Comunidad.

En un punto medio, el comisario Frans Andriessen, como máximo responsable de las negociaciones de la Ronda Uruguay por parte comunitaria, advirtió ayer desde Amsterdam sobre el peligro y los costes económicos de una guerra comercial entre los dos bloques, que intercambian cada año productos por valor de unos 100.000 millones de dólares (más de 10 billones de pesetas, o la quinta parte del producto interior bruto español).

Impulsar la producción

Andriessen declaró a la agencia holandesa ANP que ambas partes deben ceder algo, pero que el esfuerzo merece la pena pues una culminación con total éxito de la Ronda Uruguay elevaría la producción mundial en unos 200.000 millones de dólares. Y una conclusión de la Ronda con una solución de compromiso impulsaría esa producción en unos 120.000 millones de dólares.

Falta por ver la respuesta estadounidense a esta disposición al diálogo mostrada, con o sin matices, por la CE. De momento, sólo se conoce la declaración de la responsable de Comercio, Carla Hills, a favor de sentarse de nuevo a negociar.

Fuentes diplomáticas estadounidenses citadas por Reuter aseguraban ayer que el acuerdo es más fácil ahora por dos motivos. El primero es que el presidente Bush ya no está sometido a la presión electoral de los últimos meses y que, a cambio, pondría un broche de oro en su mandato si la Ronda culmina con éxito. El segundo es que el presidente electo, Bill Clinton, no desea de ninguna forma iniciar su mandato con una guerra comercial entre manos.

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