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El Gran Bronce de Botorrita, pieza básica para conocer la historia celtibérica, según los expertos

Jacinto Antón

La plancha de bronce con una inscripción en caracteres ibéricos hallada recientemente en la localidad zaragozana de Botorrita revelará informaciones sensacionales sobre el mundo de los antiguos celtas, según los especialistas consultados por este diario. La "extraordinaria" pieza, conocida ya por los expertos como el Gran Bronce de Botorrita para diferenciarlo de otras dos similares halladas en la misma zona, contiene lo que según todos los indicios es un texto en lengua celta en el que con seguridad se mencionarán numerosos nombres de ciudades y personajes celtibéricos. La inscripción, del siglo Il antes de Cristo o principios del I, arrojará luz sobre las afinidades de los lenguajes celtibéricos con los de los celtas de otras partes de Europa.

El hallazgo de Botorrita ha provocado una ola de entusiasmo en los círculos científicos, palpable pese a las cautelas consustanciales al mundo de la arqueología y la paleografía. Hay que tener en cuenta que los textos en lengua celta son escasísimos en el mundo y que el Gran Bronce de Botorrita, según los primeros análisis, contiene 60 líneas de inscripción a 80 espacios cada una. "Eso representa muchísimas palabras, muchísimos datos, muchísima información", señaló ayer telefónicamente a este diario Miguel Beltrán, director del Museo Provincial de Zaragoza, donde ha quedado depositada la pieza.El Gran Bronce ha sido descubierto en el curso de las excavaciones arqueológicas que se desarrollan en la antigua población celtibérica que acuñó moneda con el nombre de Contrebia Belaísca. Es el tercer bronce inscrito que aparece en este contexto. El primero, hallado en 1969, está redactado en alfabeto signario ibérico pero el texto es, como en el Gran Bronce, de lengua celta. El segundo, aparecido en 1979, es la tabula contrebiense, un documento jurídico en latín, del 93 antes de Cristo, que contiene un, pleito de aguas, el primero de que se tiene noticia entre poblaciones del Valle del Ebro.

El Gran Bronce de Botorrita presenta las mismas características que el primero mencionado, pero es 11 veces más grande. A simple vista, en la fina plancha, dividida en dos trozos y cubierta de adherencias, tierra y suciedad, sólo aparecen con claridad unos cuantos caracteres ibéricos, "apenas tres palabras". Pero dado el contexto arqueológico y el precedente del anterior hallazgo, los arqueólogos están prácticamente seguros de que se encuentran ante un texto en lengua celta. "Hasta que lo tengamos leído, no obstante, digamos que tenemos muy buenos deseos con gran fundamento", señaló con contenido entusiasmo Beltrán.

Harán falta alrededor de cinco meses para que un equipo de paleógrafos y lingüistas extraiga toda la información del bronce. No obstante, Beltrán está convencido de que el Gran Bronce de Botorrita aportará información de gran importancia sobre los celtíberos del Valle del Ebro y sobre el mundo celta en general. "Vamos a tener datos concretos de poblaciones y nombres de personas, y vamos a disponer también de nueva información sobre las afinidades de los lenguajes celtíberos aragoneses con las lenguas celtas de Bretaña y otros lugares de Europa", señaló. Interrogado sobre si se puede establecer una comparación entre el Gran Bronce y el célebre calendario lunosolar de Coligny, texto celta de la antigua Galia, Beltrán consideró que la pieza de Botorrita puede ser tan emblemática como aquélla.

¿Y de qué puede hablar el Gran Bronce? "Bueno, hay que leerlo primero, pero se trata claramente de una inscripción que hay que encuadrar en el marco de un mundo celtibérico ya fuertemente influido por el romano. Es de los romanos de donde copian el sistema de grabar inscripciones en bronce y ese procedimiento se reservaba normalmente para edictos o mensajes de ese tipo. El mundo indígena de esta época (siglo II antes de Cristo o muy al principio del I) empleaba como elemento de prestigio las formas romanas, en la legislación, por ejemplo.

José Luis Argente Oliver, director del Museo Numantino de Soria y de las excavaciones en la antigua ciudad celtibérica de Tiermes, se mostró ayer también entusiasmado con el, hallazgo. "El descubrimiento de un nuevo bronce de Botorrita, y aún más si es de esas dimensiones, es de vital importancia para el conocimiento del mundo celtibérico y celta en general", indicó Argente. "Tenemos textos pequeños en teseras de hospitalidad y grafitos en variados soportes, pero aún no podemos leer los caracteres ibéricos adaptados para la lengua celta con la facilidad con que, por ejemplo, se leen, gracias a la piedra de Rosetta, los jeroglíficos egipcios. Eso hace difícil conocer aspectos muy importantes del mundo celtibérico, sobre todo de las épocas más antiguas (siglos VI, al IV antes de Cristo). [El bronce] Puede darnos muchas pistas a multitud de investigadores; puede aportar, fundamentalmente, datos sobre la vida cotidiana, sobre personas, instituciones y hechos".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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