Las universidades privadas, paralizadas año y medio después de establecerse sus requisitos
Nueve años después de la aprobación de la LRU y transcurridos 18 meses desde que el Gobierno estableciera los requisitos que deben reunir las instituciones universitarias de titularidad privada, sólo la Ramón Llull, en Cataluña, ha podido ponerse en marcha. Las entidades promotoras de las universidades San Pablo-CEU y Alfonso X el Sabio, que quieren empezar a funcionar en octubre del próximo año, tienen paralizados sus proyectos de obras a la espera de que el Parlamento apruebe los oportunos proyectos de ley, que todavía no han sido sancionados por el Gobierno.
El Consejo de Ministros estudiará, probablemente este mismo mes, los proyectos de ley de creación de las dos universidades privadas que en este momento tienen más avanzado su proceso de apertura, según anunció la pasada semana el ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambas estarán radicadas en Madrid. Las memorias de otras tres universidades están siendo estudiadas por el ministerio. Se trata de las iniciativas del Centro Europeo de Estudios Superiores (CEES), la Universidad Antonio de Nebrija y la Universidad Internacional San Estanislao de Kostka (SEK).Pero las nuevas universidades no pueden empezar a actuar hasta que las preceptivas leyes de creación sean aprobadas por el Parlamento, abrumado en estos momentos por una más que abultada agenda de trabajo para el tiempo que queda de legislatura. La demora sería aún mayor si la disolución de las Cortes se anticipara, y ello supondría un serio contratiempo para los ambiciosos y multimillonarios proyectos de financiación en que se han embarcado sus promotores.
La lentitud en el trámite legislativo puede perjudicar más al proyecto de la Universidad Alfonso X el Sabio, puesto que se trata de una institución que va a partir de cero. San Pablo-CEU es ya en la actualidad un centro universitario en pleno funcionamiento, dada su condición de colegio universitario adscrito a la Universidad Complutense. Esa misma condición tiene desde el curso pasado la futura universidad del CEES.
Los promotores de las dos instituciones citadas no ocultan su "resignada impaciencia" ante el retraso en su creación legal, conscientes de que los gobiernos y los parlamentos autónomos pueden trabajar con un ritmo más ágil, lo que otorga una notoria ventaja a los proyectos que puedan surgir en los territorios de su competencia.
En este sentido es verdaderamente notable la celeridad con que el Parlamento catalán dio luz verde a la creación de la Universidad Ramon Llull. El 6 de abril de 1991 aprobaba el Consejo de Ministros el decreto que, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Reforma Universitaria, establecía los requisitos mínimos para la creación y autorización de nuevas universidades y, tan sólo un mes más tarde, el 10 de mayo, el Parlamento catalán sancionaba oficialmente el funcionamiento de la citada universidad. Aprobación que se produjo, por cierto, a pesar de que había sido desfavorable el preceptivo, aunque no vinculante, informe previo del Consejo de Universidades.
Planos preparados
Miguel Gil, del equipo directivo de la entidad promotora de la futura Universidad Alfonso X el Sabio, al tiempo que explica minuciosamente todos los detalles de los planos de sus dos campus -ambos suman más de dos millones de metros cuadrados de superficie en las localidades de Villanueva de la Cañada y Fuente el Saz de Jarama-, señala contrariado que "no es posible levantar una sola piedra" hasta que la universidad exista legalmente.La intención de las empresas promotoras de dicha universidad es que puedan empezar a funcionar a partir de octubre del próximo año. "Los padres de los más de 100.000 alumnos de la red de colegios asociados a nuestro proyecto en toda España", añade Gil, "nos reprochan con razón que llevamos hablándoles de la creación de la universidad desde 1987, sin que ésta acabe de ver la luz de una vez por todas". "Nuestra impaciencia sólo es comparable con la de ellos", sigue diciendo Miguel Gil, quien subraya el dato de que cada año finalizan el COU unos 7.000 alumnos en los colegios de la citada red escolar privada.
Por su parte, los promotores de la Universidad San Pablo CEU, que también tiene la intención de empezar a funcionar el curso próximo, no pueden acometer, por las mismas razones, las obras de acondicionamiento de su sede principal. Ésta estará radicada en el emblemático edificio que durante varias décadas ha aIbergado al Colegio Mayor San Pablo, situado en la calle de Isaac Peral, en el universitario distrito de La Moncloa.
La información de que se dispone acerca de las verdaderas expectativas de crecimiento de la demanda de enseñanza universitaria en los próximos 10 años es bastante confusa. Pese a ello, los promotores de las primeras universidades privadas no sienten especial inquietud. Unos y otros consideran que sus respectivas ofertas van a contar con una demanda suficiente. "Los 20.000 alumnos que espera matricular la Universidad Alfonso X el Sabio", precisa Miguel Gil, "representarán tan sólo el 1,5% del total del actual alumnado universitario español, compuesto por algo más de 1.200.000".
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