La oposición brasileña está segura de que hoy contará con los votos para apartar a Collor de la presidencia

En un ambiente tenso y con 13.500 policías movilizados para controlar posibles disturbios, se espera hoy en Brasilia la votación en la Cámara de Diputados que debe decidir si el presidente Fernando Collor de Mello, de 43 años, será suspendido en el ejercicio de sus funciones y sometido a procesamiento en el Senado. Tanto la oposición como el grupo de apoyo a Collor están seguros de contar con un número suficiente de votos en la Cámara de Diputados.

Se necesita una mayoría de dos tercios (336 diputados) para la destitución provisional del presidente y su procesamiento posterior ante el Senado, que deberá concluir en un plazo máximo de 180 días. En caso de aprobación por dos tercios de la Cámara, el vicepresidente, Itamar Franco, de 61 años, asumirá de forma provisional la presidencia de Brasil. El presidente Collor no se presentó para defenderse en la sesión de la Cámara de Diputados, que ayer inició el debate sobre su destitución.La oposición insiste en que por lo menos 360 diputados votarán a favor de la destitución del presidente. La fuerza de choque de Collor afirma que cuenta con 200 votos, cantidad suficiente para impedir la mayoría de dos tercios (336 diputados) que exige la Constitución. Esta incertidumbre sobre el desenlace de la votación se mantendrá hasta casi contabilizar los últimos votos. La votación está prevista para que comience hoy, martes, a las dos de la tarde (seis de la tarde en España) en la Cámara de Diputados, en forma nominal y de viva voz.

La policía de Brasilia se encuentra en estado de alerta y 13.500 policías estarán preparados para controlar posibles disturbios, de alegría o de protesta. La hipótesis más temida, desde el punto de vista del orden público, es la de que Collor gane la votación.

Según una encuesta de GaIlup, casi un 80% de los brasileños considera a Collor un gobernante malo (17,1%) o muy malo (62,4%) y sólo un 8,5% aprueba su gestión. Más de un 65% piensa que Collor no debe concluir su mandato y se inclina por nuevas elecciones (49,5%) o por la solución constitucional de que asuma el vicepresidente Itamar Franco, de 61 años (14,6%).

La oposición a Collor ha preparado una movilización en Brasilia, donde esperan reunir 200.000 personas ante la plaza de los Tres Poderes, allí se encuentra la Cámara de Diputados. En el resto del país están preparadas pantallas de televisión para seguir la votación de los diputados. Los gestores de la oposición a Collor han recomendado a los más de 60 diputados que son candidatos a las elecciones municipales del. próximo sábado que suspendan sus mítines y acudan sin falta a Brasilia. En vez del mitin recomiendan la transmisión en pantallas gigantes de la votación, porque piensan que votar contra Collor se traducirá en más votos en las municipales.

La Central única de Trabajadores (CUT) ha convocado a un paro general cívico para seguir la votación. Durante el día de ayer coches con altavoces recorrían las calles de Brasilia para convocar: "Mañana a las 14.00 tú tienes la obligación de participar en la huelga general para exigir el alejamiento de Collor".

Otros, coches gritaban contra "esa cuadrilla que liquidó el patrimonio nacional". En la poderosa red de televisión Globo se pasaban sin cesar anuncios de diferentes ramos profesionales (bancarios, personal de la medicina, etcétera), que convocaban a la manifestación y la huelga en Brasilia en favor de la moralidad y ética en la política.

Voto a voto

Los partidarios del presidente Collor de Melo se muestran convencidos de que la oposición no logrará la mayoría de dos tercios y aseguran que cuentan con 200 votos. Por este motivo, aunque no descubren su táctica para la votación de hoy, parece que la tropa de choque del presidente ha cambiado su plan inicial de impedir el quórum de la Cámara de Diputados y busca el enfrentamiento voto a voto para llegar a un desenlace.

La reciente historia brasileña está a favor del presidente Collor. En dos casos de votaciones y movilizaciones populares, la mayoría parlamentaria decidió contra los deseos de la opinión pública, expresada en encuestas y manifestaciones.

En 1984, las manifestaciones de centenares de miles de personas a favor de las elecciones directas no sirvieron de nada, porque el Congreso votó por la elección presidencial en el colegio electoral.

En 1988 la Asamblea Constituyente votó contra la reducción de mandato del presidente José Sarney a cuatro años.