La 'cuestión europea' parte por la mitad a los diputados conservadores británicos

El temor del primer ministro británico, John Major, a continuar con los trámites parlamentarios para la ratificación del Tratado de Maastricht quedó justificado ayer por una encuesta efectuada entre los diputados conservadores: el 40% de ellos decía estar contra el texto y otro 40% se mostraba a favor. El 20% restante se guardaba la opinión.

La encuesta, realizada por Gallup, para el dominical The Sunday Telegraph, no difería en sus conclusiones de un informe presentado a Major por sus jefes parlamentarios, según el cual más de un tercio de sus diputados piensa votar no si el proyecto de ley vuelve algún día a la Cámara de los Comunes. El informe interno sobre la rebelión euroescéptica fue entregado a Major el jueves, antes del pleno extraordinario de los Comunes, y revela la profundidad de las divisiones,en el Partido Conservador, según informaba ayer The Independeñt on Sunday.Los rebeldes anti-Maastricht, que han conseguido ya 70 firmas de apoyo a una moción contra el retorno al Sistema Monetario Europeo (SME), han adoptado una estrategia indirecta: prefieren no atacar frontalmente el Tratado para la Unión Europea y con centran sus esfuerzos en mantener a la libra apartada de las demás. divisas comunitarias. Sin la libra en el SME, la union es imposible. The Sunday Times anunciaba ayer que los euroescépticos preparan una encerrona política contra Major en la conferencia anual conservadora, que se celebra dentro de 10 días. En estas circunstancias, Major tendrá un mínimo margen de maniobra en su reunión de esta semana con el presidente francés, François Mitterrand.

La dimisión de Gould

La encuesta de The Sunday Telegraph señalaba que más de la mitad de los diputados de la oposición se opone también a Maastricht, lo cual resulta sorprendente dado el palpable fortalecimiento de la línea europeísta impuesta en el Partido Laborista por su líder, Johr Smith. Desde la excelente intervención de Smith en los Comunes, el pasado jueves, la rebelión en las filas laboristas ha decaído con rapidez. El cabecilla rebelde, Bryan Gould, dimitió ayer de su cargo como responsable de Comercio e Industria en el Gobierno en la sombra.

Gould será probablemente excluido de la ejecutiva del partido durante la conferencia laborista, que empieza hoy en Blackpool (noroeste de Inglaterra). En la selección de ponencias para la conferencia, efectuada ayer, la hegemonía europeísta fue abrumadora, y Gould admitió, que sus posiciones estaban derrotadas.