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González se reafirma en su política económica y en el compromiso con el Tratado de Maastricht

El jefe del Gobiemo deja abierta la puerta a la "interpretación" de los acuerdos comunitarios

El jefe del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer que, pese a las dificultades económicas y monetarias, España mantiene su compromiso con el Tratado de Maastricht, si bien dejó abierta una puerta a su interpretación, y añadió, en clara alusión al Reino Unido, que si "algún país firmante decide que sus intereses no coinciden con los comunitarios, no debe impedir el avance de los demás". Insistió en que la tormenta monetaria actual no se corresponde con la situación económica y atribuyó a la descoordinación de los bancos centrales y las políticas económicas el alcance de la misma.

González insistió en que "pese a la tormenta monetaria, no van a cambiar los objetivos" de su política económica. Fue una de sus escasas referencias a la política doméstica durante su intervención de 20 minutos en Televisión Española. También admitió que "el cambio actual de la peseta -tras la devaluación del 5%- es más realista", y aseguró que el rejuste monetario "va a tener un efecto mínimo sobre la inflación".El presidente del Gobierno compareció en TVE, por sorpresa, tras el Telediario de las 9 de la noche, entrevistado por Antón Martín Benítez, para tratar de "serenar a la opinión pública" ante la actual recesión económica y el reajuste monetario de la semana pasada, cuya consecuencia inmediata fue la devaluación de la peseta. González, en contraste con otros mandatarios europeos, todavía no había hecho declaraciones tras el referéndum francés sobre el Tratado de Maastricht del pasado domingo.

"Considerable confusión"

El presidente reconoció la "considerable confusión" que se vive en los distintos países europeos y apuntó que "no se ha asimilado la magnitud de los cambios políticos y el ciclo económico negativo". Lamentó que "se escuchen más voces que tienen en cuenta a los que han dicho no en el referéndum francés", aunque ganara el sí, y apuntó que "se sacan conclusiones no acertadas". También mostró su preocupación porque "muchas personas atribuyen determinados efectos a un tratado que aún no se ha aplicado".A renglón seguido criticó a quienes plantean la reinterpretación del Tratado de Maastricht. "No se puede reinterpretar algo que no se ha aplicado aún, pero sí se puede interpretar su aplicación. El tratado es un punto de equilibrio entre 12 países y el compromiso debe cumplirse con seriedad".

La necesidad de coordinación entre los países comunitarios como base para evitar tormentas monetarias, como la que hoy vive Europa, fue otra de las claves de la intervención de González. "La unión económica y monetaria es la gran esperanza de una mayor coordinación. Ahora vivimos las con secuencias de la descoordinación", dijo. Más adelante precisó que "hay que hacer un es fuerzo de mayor coordinación de los bancos centrales y de los responsables de las políticas económicas". El jefe del Gobierno admitió que la consecuencia política de la situación de dificultad económica es "el crecimiento, del euroescepticismo" porque "uno tiende a meterse en su concha, a una renacionalización".

Atribuyó la tormenta monetaria a la divergencia en la política de tipos de interés de EE UU y Europa. "Las dificultades económicas no justifican este movimiento especulativo brutal", dijo. Insistió en que "si estuviésemos más avanzados en el Tratado de Maastricht, la, turbulencia hubiera sido menor por ser más controlable".

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Insistió en que España se mantiene en el Sistema Monetario Europeo y que "hay que mantener la seriedad y la orientación en, la tormenta". "No van cambiar ni las medidas coyunturales ni los objetivos de la economía española", dijo. El presidente del Gobierno también aseguró que la devaluación de la peseta no va a afectar sustancialmente a los presupuestos.

González adelantó que la posición española ante la cumbre europea del próximo 16 de octubre pretende contribuir a que "se marque una línea" dentro del "respeto a los acuerdos de Maastricht si queremos que la opinión pública de nuestros países nos tome en serio". "Si algún país cree que sus intereses no van por ahí, tras firmar los acuerdos de Maastricht, no debe impedir que los demás países lleguen a decisiones que convienen a sus intereses".

González habló ayer. con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, para tratar sobre la próxima cumbre. También habló con el canciller alemán, Helmut Kohl, en la noche del martes.

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