Los amantes del "Voyeurismo" se agolpan ante el último filme de Woody Allen

Si la vida fuera en realidad como la última película de Woody Allen, el director recibiría hoy miles de fax de simpatizantes felicitándole por su última decisión sentimental. Pero tal y como dice uno de los personajes de Husbands and wives (Maridos y esposas), la ficción es un truco y como tal resulta imposible trasladar, la emoción que despierta el guión cinematográfico que profetiza la crisis de Woody Alien y Mia Farrow con las escabrososas consecuencias de la relación sentimental de quienes han representado durante años a la pareja intelectual neoyorquina por excelencia.

La película ofrece, sin embargo, obscenas coincidencias que permiten a los amantes del voyeurismo rentabilizar las largas esperas en colas que, desde que Husbands and wives se estrenó el pasado viernes en Estados Unidos, son preceptivas para acceder a la proyección. "Está claro que Woody Allen ha tenido que sufrir mucho y es comprensible lo que le ha pasado", aseguraba Jane, una mujer de 60 años. Tras presenciar los 107 minutos en los que el director transmite su visión de la crisis de la madurez, que tan fatales consecuencias está teniendo para su imagen de divino intocable, la mujer parecía perdonar finalmente a su ídolo.La última obra del que un día fue identificado como el rey de Nueva York recibió los aplausos de la mayor parte de los asistentes a una de las proyecciones de la tarde en Nueva York que, como todas las sesiones desde media mañana, estuvo repleta de público.

En la ficción, Woody Allen es Gabe Roth, un profesor universitario de cincuenta y muchos anos que se enamora de Rain, una alumna de brillante porvenir literario de 21 años (Juliette Lewis). Al mismo tiempo, el profesor ve desmoronarse su matrimonio de 10 años con su esposa Judy, interpretada por Mía Farrow. En Maridos y esposas, Woody Allen / Gabe Roth manifiesta su debilidad por las mujeres kamikazes, "aquellas que se lanzan vertiginosamente a la vida y deciden chocar contra ti", y se presenta como una víctima de las insinuaciones de una joven ardiente e inteligente. Gabe, según Woody, es un hombre que se enamora de una situación, sobre todo si es "dramática y estética", y que no puede controlar los deseos de su corazón.

Sentimientos y razón

Según Woody Allen reiteró en una entrevista con la revista Time, al igual que le ocurre a Gabe, tampoco él es capaz de plegar sus sentimientos a la razón. Sin embargo, paradójicamente, en la película el director decide salvar a su personaje del castigo público que él está sufriendo en la vida real (como consecuencia de su decisión de seguir adelante con la relación sentimental con la hija adoptiva de Mía Farrow) e inventando un elegante mutis por el foro para el profesor.En cuanto al papel interpretado por su ex compañera Mía Farrow, Allen presenta a su mujer en la ficción , como una pasiva agresiva que a través del victimismo acaba siempre consiguiendo lo que quiere. "Pensaba que eras diferente", le dice a Mia / Judy en una convesación de alcoba, "pero en tu serena manera de ser estás tan loca como los demás". Mía Farrow aparenta en Maridos y esposas su edad real, 47 años, y no aparece, como en el resto de los 12 filines que ha realizado con Allen, iluminada para resaltar la belleza que la hizo famosa en El gran Gatsby.

Algunos periódicos sensacionalistas, como The New York Post, han querido ver en la actuación de Farrow el dolor real de la actriz y han explicado que estaba sedada tan intensamente que "incluso tropieza y presenta dificultades para caminar". La actriz descubrió siete días antes de finalizar el rodaje de la película las fotos de Soon Yin desnuda.

En la película, Judy Roth es una mujer que quiere tener un hijo, mientras en la vida real Farrow intentaba adoptar más hijos. Las coincidencias se encuentran también en una escena en la que la joven que enamora a Allen aparece en un partido de baloncesto de los Knicks en el Madison Square Garden, el mismo lugar en el que Woody Allen empezó a enamorarse de Soon Yin. En la película, Allen y Farrow tienen dificultades para mantener relaciones sexuales, un intercambio que según los amigos de la pareja no tenía lugar entre ellos desde el nacimiento de su hijo Satchel, de cuatro años.

Doble versión

A pesar de la doble interpretación a la que cada escena del matrimonio Roth / pareja Allen se presta, la película cuenta con una doble versión de la crisis de los cincuenta, a cargo de una pareja de amigos íntimos interpretada por Sidney Pollack y Judy Davis. Al principio de la cinta, el personaje interpretado por Woody Allen se declara "fascinado" por conocer los detalles que han llevado a la pareja de sus mejores amigos a optar por la separación. La línea del guión despertó las risas de la audiencia, como si el reconocimiento del actor por conocer cada detalle de la intimidad de sus conocidos les descargara de su culpa por tratar de extraer las huellas personales que Allen ha dejado en la película.A pesar de que la proyección incluye un cartel que recuerda que los personajes y las situaciones son ficticios, para cuan do llega esta advertencia ya es demasiado tarde. A la salida del cine, un individuo con el pelo canoso que tan sólo quiso identificarse como un hombre "de 56 años, igual que Woody Allen", arrastraba a una joven cita rubia de la mano a la que duplicaba en edad. "Excelente, me ha parecido excelente", ex plicó mientras su acompañante miraba hacia ' otro lado, "si hay alguien que no comprende el mensaje es porque todavía no le ha llegado la edad".