El Parlamento brasileño denuncia que los amigos de Collor de Mello "tomaron por asalto el Estado"

Los brasileños se aprestan a escuchar hoy, en medio del nerviosismo general, el informe de la comisión parlamentaria que durante los últimos dos meses y medio investigó la red de corrupción montada por Paulo César Farías, uno de los principales colaboradores del presidente Fernando Collor de Mello. El informe afirma que los amigos del mandatario brasileño "tomaron por asalto" el Estado para "obtener beneficios y provechos ilegales".

El informe implica al mandatario brasileño en diversas irregularidades, pero no menciona por su nombre los. delitos en que estaría implicado, ya que la comisión no puede, legalmente, acusar directamente al jefe del Estado.En medios políticos se señaló que tras la divulgación del documento, Collor de Mello podrá ser responsabilizado de estar vinculado a los planes de Farías en grado de "cohecho "falsificación de documentos", "formación de banda" y "concusión". Si esto se confirma, la comisión habrá desencadenado un proceso . de consecuencias imprevisibles. A partir de ese momento, la Cámara de los Diputados podrá autorizar al Senado para que entable un juicio político contra el presidente por "violación del decoro inherente al cargo". Al mismo tiempo, el procurador general de la República, Arístides Junqueira Alvarenga, podrá acusar al jefe del Estado de delitos comunes ante el Tribunal Supremo Federal.

El diputado y economista Antonio Delfim Neto, quien fue ministro de Economía y de Planificación durante los gobiernos militares, pronosticó que el informe será "escueto sereno y pobre en adjetivos": pero que "su contenido será semejante al del Tiete", el río donde se vierten las aguas residuales de la ciudad de Sáo Paulo.

El Gobierno todavía cuenta con más de un tercio de los votos del Congreso, pero ese respaldo se desmorona día a día, a medida que nuevas pruebas conmueven a la opinión pública y las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales ablandan las convicciones de los oficialistas.

En los últimos días, nuevas pruebas de corrupción apuntaron a colaboradores directos de Collor, erosionando su ya precaria base parlamentaria y poniendo al acosado mandatario muy cerca de un juicio político que le puede costar el cargo.

El viernes, miembros de la comisión investigadora descubrieron que Farías y otros asesores del presidente se valieron de información privilegiada y retiraron cientos de miles de dólares dos días antes de que Collor bloqueara depósitos bancarios por un total de 115.000 millones de dólares en su segundo día de Gobierno. "Esto es el fin. Si es verdad, es muy grave", dijo el senador oficialista Alexandre Costa, quien adelantó que los legisladores del principal apoyo político del Gobierno, el Partido del Frente Liberal, "votarán de acuerdo con su conciencia", lo que se interpretó como el anuncio de nuevas defecciones.

Al mismo tiempo, legisladores de todos los partidos, empujados por las manifestaciones callejeras de los últimos días, van engrosando sin cesar el caudal de los partidarios del juicio político. El gobernador de Río de Janeiro, Leonel Brizola, quien hasta la semana pasada defendía a Collor de Mello, rompió virtualmente con el presidente y organizó para hoy una manifestación callejera ,, contra la corrupción".

Protestas generalizadas

Otra protesta gigantesca llenará las calles de Sáo Paulo hoy. El gobernador, Luiz Antonio Fleury, espera que un millón de manifestantes vestidos de luto o con los rostros pintados de negro en señal de protesta pidan la renuncia de Collor.En medio de este clima de protestas, la comisión votará el próximo miércoles el informe, que luego será sometido a la Cámara de los Diputados, cuya sede en Brasilia se espera que amanezca rodeada de manifestantes en vigilia cívica contra la corrupción. A partir del documento legislativo, una comisión de prestigiosos juristas designados por el Colegio de Abogados redactará una petición de juicio político que será presentada ante el presidente de la Cámara por Barbosa Lima Sobrinho, presidente de la Asociación Brasileña de Prensa. "Debería renunciar, pero yo no sé si este presidente será capaz de prestar ese servicio al país", dijo el veterano periodista.