Un presidente peligroso para Israel
"Cuantos más puntos pierde Bush en relación a Clinton, más peligroso se hace", escribían ayer los comentaristas de la prensa israelí al subrayar que es necesario considerar seriamente las amenazas del presidente norteamericano de atacar Irak. La alta tensión americano-iraquí -estimulada por la represión lanzada por Bagdad contra los shiíes- inquieta a los israelíes, que no olvidan que Sadam Husein dispone todavía de unos 200 misiles Scud ocultos en el desierto del oeste de Irak. En caso de bombardeos aéreos norteamericanos, Sadam podría vengarse contra Israel, aliado de EE UU."Un presidente en dificultades es un presidente peligroso", titulaba ayer el editorial del diario israelí judío Yedioth Aharonoth. El general en la reserva Nahman Shay, que fue el portavoz del Ejército israelí durante la guerra del Golfo, afirma: "Actualmente, Bush es un león herido. Las circunstancias que frenaron a Israel en su actitud favorable a una respuesta contundente a los Scud iraquíes durante la guerra del Golfo, ya no existen. Ya no hay coalición árabe-americana que preservar". "A pesar de ello", subraya el general israelí, "toda operación israelí contra Irak amenaza con implicar a todo el mundo árabe. Y como, indudablemente, Israel no busca una guerra generalizada con sus vecinos árabes, el Gobierno de Tel Aviv reflexionará largo y tendido antes de decidir cualquier actuación en contra de Sadam Husein".
Frente a ello, el editorial de The Jerusalem Post expresaba la esperanza de que el Gobierno de Rabin "responda a todo ataque iraquí sin inhibiciones y con una operación inmediata y devastadora".
Zeev Schiff, el analista militar del influyente diario Haaretz, se queja de la "ausencia de coordinación estratégica" entre EE UU e Israel, y sugiere -aparentemente inspirado por algún miembro del Estado Mayor de Israel- que la línea telefónica roja que durante la guerra del Golfo unía directamente al Pentágono y al Ministerio de Defensa israelí sea restablecida. También apunta Schiff la conveniencia de que las fotos que toman sin cesar los satélites espía norteamericanos que vuelan sobre Irak, sean puestas a disposición del Estado Mayor israelí.
La famosa frase dirigida por el presidente Bush a Rabin al afirmar que Israel es un "país amigo y un aliado estratégico" se halla ahora sometida a una prueba de fuego. Según asegura a este diario un alto oficial israelí, "esta bonita frase se ha convertido en un cheque sin fondos".
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