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Delors anuncia nuevos esfuerzos para que los ciudadanos de la CE entiendan Maastricht

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, anunció ayer en Salamanca nuevos esfuerzos para acercar el proceso de construcción europea a las opiniones públicas de los Estados miembros y fortalecer la tendencia favorable a la ratificación de los acuerdos de Maastricht tras el revés sufrido por el resultado negativo del referéndum en Dinamarca.Parte integral de esta nueva política "para acabar con el distanciamiento habido", dijo, son los seminarios como el que, bajo el título de Europa y el Sur, concluyó ayer en la ciudad del Tormes, y en, el que se estudiaron diversos problemas que acechan a la construcción europea en su relación con el hemisferio sur y especialmente la ribera meridional del Mediterráneo.

Durante dos días, Delors reunió y escuchó en la sede del rectorado de la Universidad de Salamanca a 12 intelectuales europeos y magrebíes -entre ellos, los españoles Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo PRISA, y el escritor y ex ministro de Cultura Jorge Semprún-, debatir cuestiones como la inmigración a Europa desde el Magreb, los efectos del conflicto de Oriente Próximo sobre la estabilidad en el Mediterráneo y en Europa meridional, y la relación entre modernidad, Estado democrático y laico y el islam y la cooperación con Latinoamérica y el África subsahariana.

Pensamiento elitista

Delors anunció nuevos seminarios de este tipo, que, según espera, ayuden a eliminar la impresión en algunas opiniones públicas de que el proceso de construcción europea es fruto del pensamiento elitista de funcionarios y políticos europeístas. Juan Luis Cebrián destacó al final del seminario el valor de esta iniciativa del presidente de la Comisión Europea.

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En el encuentro Europa y el Sur, la inmigración al Viejo Continente se convirtió en cuestión capital por su potencial conflictivo, e incluso desestabilizador, en los países europeos y por las previsiones expuestas sobre su crecimiento. "Lo peor aún lo tenemos por delante", resumió Delors en los debates mantenidos por la mañana a puerta cerrada.

El 60% de la población magrebí tiene menos de 20 años y entrará próximamente en el mercado del trabajo. Egipto es otro de los países con una inmensa población juvenil que, de no crearse un mercado laboral interno que pueda absorberla, desarrollará una ingente presión migratoria hacia el Norte, hacia Europa. De ahí que, según opinión coincidente, sea imprescindible una política de inversión comunitaria en estos países.

Según Adelatif Juahri, ex ministro de Finanzas y actual presidente del Banco de Comercio Exterior de Marruecos, los países de ambas riberas del Mediterráneo deben hacer un urgente esfuerzo común por afrontar esta crisis, que no sólo es política y social, sino también de civilización.

Delors rechazó que la CE aplique una política egoísta y de puertas cerradas para los refugiados del foco más agudo de conflicto en la actualidad en la periferia de la Comunidad, que es la guerra en el territorio de la disuelta Yugoslavia y especialmente Bosnia. Según el presidente de la Comisión, la CE no sólo lleva el mayor peso de la ayuda humanitaria hacia esta región balcánica, sino que "en los próximos días", y a instancias del canciller alemán, Helmut Kohl, "tendrá que establecer medidas comunes al respecto. Se plantea la necesidad de acoger temporalmente a refugiados para alejarlos de la zona de guerra".

Delors quiso diferenciar entre refugiados e inmigrantes, pero también advirtió que movimientos migratorios los ha habido siempre en la historia, y pensar que son evitables es un trágico error, patrimonio de la extrema derecha. Se pueden limitar y reconducir con generosidad. Pero es imposible crear un cordón sanitario.

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