El Gobierno aumenta la presión fiscal con la subida de loa tarifa del IRPF

El Gobierno elevará la presión fiscal con una subida de la tarifa del IRPF, olvidando las declaraciones en las que se había comprometido a no aumentar los impuestos. El primer paso de esta medida supone una subida de la tabla de retenciones del IRPF, que se acompaña con una subida del IVA del 1.3% al 15%. El Consejo de Ministros acordó ayer también un recorte del gasto público de 196.000 millones de pesetas. Los departamentos más afectados son Industria, Agricultura y Obras Públicas. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, manifestó ayer: "Estamos ante medidas de ajuste que van a tener un impacto negativo en el crecimiento económico".

Además del recorte del gasto de todos los ministerios, se congelará la oferta de empleo público, se recortarán las primas de productividad de los funcionarios y altos cargos en un 10%, disminuirán los gastos de publicidad, en medicamentos, y bajarán las prestaciones por ILT.

El ajuste que aprobó ayer el Gobierno aumentará la inflación, limitará aún más el crecimiento económico y rebajará la demanda de empleo. El aumento de los precios llevará aparejada una inflación, según los cálculos del Gobierno, de casi un punto por encima de lo previsto a principios de año, como resultado de la subida del tipo medio del IVA del 13% al 15%.

La reducción del crecimiento económico no ha sido evaluada por el Gobierno, pero comporta, según el ministro Solchaga, un retraso en el acercamiento a los niveles de bienestar comunitarios, que quedará para después de 1994. La caída en la demanda de empleo es el resultado (le la congelación de los contratos por parte del Estado, salvo en lo tocante a Sanidad, Enseñanza y Justicia.

La medida más polémica del plan de ajuste es la subida de la tarifa del impuesto sobre la renta, que acababa de entrar en vigor en enero de este año tras la aprobación de la nueva ley de renta. El aumento de la tarifa será "coherente con el de las retenciones", según informó Solchaga a los sindicatos. Los asalariados notarán en su nómina de agosto el aumento de las retenciones a cuenta, y en la declaración de renta que presentarán en junio del próximo año, el de la tarifa del impuesto.

Los sindicatos solicitaron ayer que esa subida "afecte lo menos posible a las rentas más bajas". En líneas generales, ésa es la decisión del Gobierno, pues, mientras los asalariados que ganan entre seis y siete millones de pesetas soportarán un aumento de retenciones del 24% al 26% de sus sueldos, quienes perciben más de 18 millones anuales verán aumentar sus retenciones del 40% al 44%.

El recorte en las primas de productividad de los funcionarios y altos cargos, con el que el Gobierno espera ahorrar 4.500 millones de pesetas, también afecta en mayor medida a los técnicos de alto nivel, pues son éstos los que perciben esta compensación económica. Otra medida ejemplificadora del plan es el recorte de los gastos en publicidad y protocolo -'tales como servicios de prensa o imagen paralelos a los oficiales- en los que incurren frecuentemente los ministerios.

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