PP critica el 'afrancesamiento' de la actual política exterior española
El portavoz del Partido Popular (PP) en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Javier Rupérez, pidió ayer al Gobierno que abandone su "seguidismo" con Francia en política exterior y que se replantee sus relaciones con una Alemania que empieza a recuperar los hábitos de gran potencia. Rupérez agregó que su partido "no aprueba ni desaprueba" la invitación de Fraga a Fidel Castro para que visite Galicia.
Rupérez dio ayer una conferencia de prensa en el Congreso para realizar, en primer lugar, un balance de la época del ministro Francisco Fernández Ordóñez al frente de la cartera de Exteriores, que, aseguró, "supuso un hito importante en la reconciliación del PSOE con las necesidades objetivas de la política exterior española".Analizó después el portavoz popular la tarea que espera al sucesor de Fernández Ordóñez, Javier Solana, y subrayó que el continuismo anunciado por el nuevo ministro "no está justificado" en un mundo cambiante. Tras denunciar el "tic y el síndrome" del seguidismo con respecto a Francia, el diputado popular arremetió también contra el otro gran aliado de España en Europa, Alemania, a la que acusé de "pérdida de interés" por la construcción comunitaria.
"Puede no ser cierto al ciento por ciento el buen entendimiento [español] con Alemania", afirmó, y puso como ejemplo la renuncia de Bonn a seguir participando en la fabricación del Avión de Combate Europeo, en la que también está asociada España.
Cooperación con Guinea
Instó Rupérez al Ejecutivo a adoptar una actitud de "máxima circunspección" ante la iniciativa franco-alemana de crear un cuerpo de ejército conjunto, cuyo Estado Mayor empezará a funcionar en Estrasburgo en otoño, porque suscita "más dudas que afirmaciones" y puede incluso contribuir a socavar a la OTAN y a la Unión Europea Occidental (UEO).El Ministerio de Defensa español ha sido invitado por París y Bonn a nombrar a dos enlaces militares como primer paso antes de incorporarse al proyecto franco-alemán, que genera en España un gran interés político.
A propósito de Guinea Ecuatorial, Rupérez se declaró partidario de "suspender toda la cooperación española que no tenga carácter humanitario o de urgencia". "Hay que cortar de manera drástica los planes de cooperación", afirmó, tras expresar su preocupación por el empeoramiento del respeto a los derechos humanos y en la ex colonia española.
"Pongo en duda la voluntad negociadora del presidente Obiang", aseguró, tras recordar que éste tomó medidas para impedir el aterrizaje en Malabo del avión que transportaba a Adolfo Suárez, a quien Felipe González pidió que medie para promover la democratización del régimen.
Rupérez describió por último la próxima visita a Galicia de Fidel Castro, invitado por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, como un viaje "humano, nostágico, sentimental y parcialmente político" que el PP "no aprueba ni desaprueba". A renglón seguido recordó que el Gobierno español hace algunas excepciones, en la exigencia de credenciales democráticas, con situaciones como la de Cuba, y dio a entender que su partido hacía también algo parecido.
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