Grandes figuras del baile participaran en Madrid en la Gala de Danza Iberoamericana
Alicia Alonso evita de nuevo hablar sobre su cese al frente del Gran Teatro de La Habana
La bailarina cubana Alicia Alonso presentó ayer en Madrid la Gala de Danza Iberoamericana, de la que es directora artística, y en la que participarán las grandes figuras del baile de Latinoamérica y de España. Los argentinos Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Eleonora Cassano y las españolas Arantxa Argüelles y Trinidad Sevillano bailarán por primera vez todos juntos en una gala, en la que la legendaria Alonso, de 74 años, intepretará una escena de Carmen. La bailarina cubana reiteró su negativa a hablar de su cese al frente del Gran Teatro de La Habana y de la situación política y económica de su país.
La Gala de Danza Iberoamericana, organizada por la Sociedad Estatal V Centenario y que tendrá lugar mañana y el día 23 en el Cuartel del Conde Duque de Madrid, estará protagonizada por el Ballet Nacional de Cuba y el Ballet Nacional de España, junto a bailarines representantes de la élite de la danza de Argentina, Brasil, Cuba, Chile, España, México y Venezuela. En la presentación estuvieron, además de Alicia Alonso, Ángel Serrano, consejero delegado de la Sociedad Estatal V Centenario, José Antonio, director del Ballet Nacional de España y la mayoría de los bailarines que participarán en la gala, que será retransmitida en diferido por Televisión Española el día 23.Alonso aludió al carácter excepcional de estas representaciones, dada la dificultad de "poder reunir a tantas estrellas de la danza" y dijo que la selección de: las coreografías se había hecho teniendo en cuenta las raíces españolas y latinoamericanas.
Alicia Alonso explicó la dificultad de proyección internacional de los bailarines iberoamericanos. Esta misma opinión fue compartida por los argentinos Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Eleonora Cassano, que achacaron esta situación a la lejanía y a la crisis económica y política de los países iberoamericanos. Según Bocca, el ballet atraviesa un momento de auge en los países latinos, cuyos artistas se han visto potenciados por el eclipse sufrido de danza en el antiguo bloque comunista.
Alicia Monso sólo tuvo palabras para la danza. Con uñas larguísimas, labios de un rojo intenso y profusamente enjoyada, la bailarina se negó una y otra vez a contestar sobre su cese al frente del Gran Teatro de La Habana y sobre la situación política y económica por la que atraviesa su país. Alonso ha sido sustituida recientemente como directora del Gran Teatro de La Habana tras la realización de una auditoria y las denuncias de algunos componentes del ballet cubano sobre las fiestas orgiásticas que organizaba su marido, el crítico de danza Pedro Simón, con los más prometedores talentos de la compañía y a las que si uno se negaba a asistir "se reducían las oportunidades dentro del ballet", según un miembro de la compañía. [Véase EL PAÍS del pasado 8 de julio].
"Me parece que no es oportuno"; "está usted alegando a cosas que no son reales" fueron las contestaciones de Alonso a las preguntas de la Prensa referidas a su destitución. Incluso cuando un periodista le inquirió sobre la situación política de Cuba tras la caída del comunismo en los países del Este, Alonso, sin pensárselo dos veces, le contó la gira que el ballet iba a realizar en los próximos meses, alegando que ella era artista y "no política". Finalizada la conferencia de prensa, durante el cóctel ofrecido por los organizadores, Alicia Alonso fue de nuevo requerida a contestar el porqué se negaba a responder a las preguntas sobre su cese, mientras su marido hacía de muralla física entre ella y la periodista, y un cámara cubano filmaba la escena. "No entiende usted nada. No sabrá usted leer porque ya lo he contado en otros periódicos", decía Alonso mientras su marido se la llevaba.
Babelia
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