El Último filme basado, en una obra de Stephen King inaugura el Festival de Cine de Gijón

El Festival Internacional de Cine de Gijón sigue, en la trigésima edición, que hoy se inaugura, dedicando especial atención a los directores y productores jóvenes. Sonámbulos, la última creación de Stephen King, dirigida por Mick Garris, ha sido el filme elegido para abrir el certamen. Su protagonista, la actriz Alice Krige, de 38 años, dijo ayer en Madrid que se trata de una cinta de seres marginados y fugitivos que se ven obligados a ser crueles para sobrevivir.

El certamen gijonés mantiene una peculiaridad respecto a, otros festivales: la existencia de un doble jurado, uno de los cuales está formado por 150 jóvenes amantes del cine, de edades comprendidas entre los 15 y los 23 años. Los directores Bigas Luna, Richard Lester, Gonzalo Suárez y Ruy Guerra, y Nicola Lubitsch, hija del cineasta alemán, son algunos de los invitados.El actor español Fernando Guillén presidirá el jurado oficial del que también formarán parte los norteamericanos Tony Bill, productor, actor y director (recibió un Oscar por El golpe) y Charles Champlin, presidente de la Asociación de Críticos Cinematográficos de Los Ángeles, y el crítico español Eutiquiano Rodríguez Marchante.

El certamen cinematográfico gijonés, que cuenta con un presupuesto de 55 millones de pesetas, exhibirá durante los próximos siete días 92 producciones cinematográficas, entre largos y cortometrajes, procedentes de 14 países, en su mayor parte europeos y americanos. La sección oficial se celebrará en el teatro Jovellanos.

Alice Krige, la protagonista del filme Sonámbulos (Sleepwalkers), de Mick Garris dijo ayer en Madrid que la película es tan extraña como terrorífica.. Conocida por su papel en Carros de fuego, Krige confiesa que tuvo muchas reservas a la hora de aceptar este papel debido a la violencia del guión. "A lo largo de mi carrera he intentado esquivar la violencia, porque pienso que se deja un residuo en los espectadores", dice. Lo que le. impulsó definitivamente a trabajar en la película, a pesar de todo, fue cambiar su imagen ante los productores. "Tengo la sensación de que me perciben como una persona mas bien frágil, alguien con un rostro del siglo XIX, con unas cualidades muy femeninas y benignas. Por primera vez se me puede ver como una persona agresiva y dura, incluso con una cierta maldad", comenta.