El Pontífice más operado de la historia
Juan Pablo II, que durante la operación de ayer reaccionó "como un joven de 20 años y no como el hombre de 72 años que es", según comentó su anestesista, no necesitará someterse a otra intervención para llegar a ser el Papa más operado de la historia y quizás el más hospitalizado a lo largo de su vida. Son, en efecto, tres las veces que ha pasado con anestasia total por el quirófano y 92, hasta ayer, los días de internamiento computados en su biografía.Los historiadores encuentran con dificultad papas que hayan sufrido esta forma extrema de terapia. Es notorio el caso de Pablo VI, que en 1967 fue operado de próstata, pero en una sala improvisada en el Vaticano. Ningún Papa había ingresado en un hospital hasta que llegó Karol Wojtyla. En el Vaticano también, estuvo dispuesto a operarse Juan XXIII, pero finalmente los médicos desistieron a la vista de que su enfermedad estaba ya muy avanzada.
Constan también los casos de León X (Juan de Medici), que se operó de una fistula, y de Alejandro VI (Alejandro Chigi), que se operó de cálculos renales, aunque en 1642, antes de ser elegido Papa. Pío V (Michele Ghilsieri), en cambio, rechazó esa misma intervención, según dicen por exceso de pudibundez, y murió poco después.
Wojtyla fue operado de una mano y del abdomen en mayo de 1981, cuando le alcanzaron los disparos de Alí Agca, y volvió a sufrir otra pequeña intervención en el agosto siguiente para cerrarle el ano artificial que le había dejado la operación primera. A estos internamientos, se suman 12 días que pasó en el hospital en 1944, cuando le atropelló un coche.
