La hora de las difíciles indemnizaciones
Los campesinos que no han podido dar salida a sus productos, las gasolineras que han tenido que cerrar, las empresas colocadas en situación de paro técnico por falta de piezas, los hoteleros abandonados por sus clientes de julio y las sociedades que explotan las autopistas de peaje buscaban ayer quién podía indemnizarles. Numerosos individuos o grupos extranjeros exigían, también ser compensados por sus pérdidas.Los camioneros -que efectúan en Francia el 75% del transporte de mercancías- han dislocado seriamente con su revuelta la economía nacional y afectado a las de los países vecinos. Los empresarios franceses pidieron ayer una moratoria sobre el pago de las cargas sociales y fiscales. El Gobierno aseguró que los prefectos o gobernadores civiles examinarán caso por caso. Las compañías aseguradoras afirmaron, por su parte, que sólo serán indemnizados los que tuvieran suscritas pólizas contra los riesgos específicos de huelgas y disturbios. También recomendaron que se inicien procesos contra los transportistas por no respetar los contratos.
Pero los agricultores que perdieron su cosecha, o los turistas que perdieron las fianzas de sus hoteles de vacaciones, ni estaban asegurados ni tienen a nadie en concreto que denunciar.
