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Los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay tratan de impulsar el Mercosur

Los presidentes de Argentina, Carlos Menem; de Brasil, Fernando Collor; de Paraguay, Andrés Rodríguez, y de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, reunidos en la estación invernal de Las Leñas (Argentina), tratan de dar un impulso al Mercosur, para lograr, antes de 1995, la puesta en marcha del mercado común entre los cuatro países.

El objetivo principal de la reunién en Las Leñas del consejo de Mercosur, formado por los cancilleres y ministros de Economía de los cuatro países, es fijar un calendario para la supresión de aranceles internos y establecer un arancel externo común frente a terceros países.El Tratado del Mercosur, firmado el 26 de marzo de 1991 en Asunción (Paraguay), fijó para el 1 de enero de 1995 la puesta en marcha del mercado común, un arancel externo, coordinación macroeconómica y armonización legislativa. Cuando han pasado 15 meses desde la firma, parece una utopía que se consigan todos los objetivos mencionados. No faltan incluso los críticos que consideran que sería preferible una apertura comerdial hacia todo el mundo, según el modelo chileno, y no tratar de formar con el Mercosur un nuevo bloque. El Mercosur nació con la idea de incluir también otros países, sobre todo Chile y Bolivia. Pero el planteamiento sigue siendo pura teoría. Los chilenos no están por la labor de integrarse en un nuevo bloque y en otros países, como Perú y Venezuela, las crisis políticas imponen prioridades alejadas de la idea de integración.

Mercosur es una idea aquejada de grandes problemas, contradicciones y desequilibrios. De éstos da una idea el hecho de que el número de habitantes de dos de los promotores del proyecto, Uruguay y Paraguay, no bastarían para llenar el gran Buenos Aires y apenas poblarían la mitad de Sao Paulo. El producto interior bruto de Brasil es casi 24 veces el de Uruguay y Paraguay juntos. Estas desproporciones bastarían para poner en peligro cualquier alianza económica.

Diferentes políticas

A esto se unen las diferencias en política económica de Argentina y Brasil, los dos países que iniciaron los contactos que sirvieron de base a Mercosur, con un cierto paralelismo con el papel representado por Alemania y Francia en los inicios de la Comunidad Europea. Argentina y Brasil están hoy día empeñados en una política económica que trata-de pagar la deuda externa que ronda los 60.000 millones de dólares (seis bíllones de pesetas) en el caso de Argentina y el doble en el caso de Brasil. Para pagar la deuda, Argentina basa su política económica en el equilibrio fiscal, con una severa restricción del gasto público y en el incremento de la recaudación. Esto implica la supresión de subvenciones. Además, Argentina mantiene fijo el tipo de cambio desde hace año y medio, sin que el dólar haya subido nada, a pesar de una inflación que en los últimos 12 meses se movió por encima del 20%. Esto encarece las exportaciones y hace poco competitivo al país.Brasil, por su parte, mantiene una política de subvenciones a su industria y una política de devaluación permanente. Al mismo tiempo, la inflación brasileña es hoy en día la mayor de América Latina, con casi un 700% en los últimos 12 meses. Gracias a las subvenciones y a que el dólar bajó en Argentina, Brasil puede inundar de exportaciones el país vecino y crear un fuerte desequilibrio en la balanza comercial, que no resultaría tolerable en un Mercosur que funcione.

Mientras estos problemas estructurales no se resuelvan, la reunión de Mercosur en Las Leñas, con cancilleres y ministros de Economía, más los cuatro presidentes puede convertirse en una simple "terapia ocupacional" en una estación invernal.

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