Sólo faltaron los bocadillos
ANTONIO LORCA, Hasta ahora, en La Maestranza repartían abanicos; pronto, regalarán bocadillos para la merienda. Es lo único que falta para que culmine el despropósito en que se está convirtiendo esta plaza. ¿Dónde está la afición de Sevilla? Estará en la Expo. De lo contrario, no se entiende este público bullanguero, fácil, superficial, poco exigente, que nada protesta y todo lo aplaude. Tanto aplaude, que convirtió una corrida anodina en un espectáculo falsamente exitoso: una oreja y tres vueltas al ruedo en una tarde es un balance que no se producía hace tiempo en Sevilla.
Pero la falta de calidad la suple este público con cantidad... de palmas. Aplaude que un toro levante el estribo de un burladero; aplaude la rotura del estoque simulado de Jesulín; o que Parada coja al vuelo la muleta que ha perdidó'. Aplaude a rabiar a ese mismo torero tras una faena insulsa y le anima a dar la vuelta al ruedo; aplaude y solicita la segunda oreja para Jesulín tras la concesión del trofeo más barato del año; y aplaude cuando la música, se equivoca una y otra vez; y cuando Pareja Obregón gesticula y baila delante del toro en lugar de torear; y cuando...
Garrido/ Parada, Jesulín y Pareja
Seis toros de Diego Garrido, justos de presentación y fuerza, nobles y con recorrido; el 3o, manso; el 61, muy encastado. José Luis Parada, media y aviso (vuelta); media tendida y dos descabellos (silencio). Jesulín de Ubrique, estocada (oreja); casi entera atravesada, aviso, y dos descabellos (vuelta). Martin Pareja Obregón, media y tres descabellos (silencio); dos pinchazos, estocada y un descabello (vuelta). Corrida organizada por la Asociación de la Prensa de Sevilla. Plaza de la Maestranza. Media entrada. Sevilla, 26 de junio.
Miradas y sonrisas
Tanto aplaude este público, que los toreros se equivocan. 0, al menos, hacen como que se equivocan. Miran desafiantes y gloriosos al tendido, y sonríen como si hubieran descubierto el toreo.
Pero José Luis Parada, por ejemplo, sabe que no. Tuvo dos toros justos de fuerza, pero nobles y con recorrido. Muchas palmas, pero ni un ápice de confianza ni profundidad. Frío y pulcro, convencido de que no cortaba la oreja ni ante un público tan benevolente.
Jesulín consiguió una oreja, pero pudo haber salido por la .puerta del Príncipe. Sólo le faltaron algunas palmas más. Ciertamente, el torero ha cambiado. Se le nota más centrado, más seguro de sí mismo, pero la faena a su primero no fue de oreja en Sevilla. En su haber, su decisión y su buen ánimo; en el debe la utilización del pico de la muleta y que sus dos faenas supieron a poco. Mejor dicho, sus dos toros exigían mejor toreo.
Martín Pareja Obregón, nada pudo hacer en su primero, que se lesionó en una voltereta; pero le tocó el toro de la corrida y se fue con las orejas puestas. Buenos detalles, pinturería sevillana, algún trincherazo preciosista, pero demasiados gestos, mucho baile, escasa quietud y poca profundidad de su toreo.
Babelia
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