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Zabalza anuncia medidas de choque para elevar ingresos y contener el gasto público

El Ministerio de Economía y Hacienda trabaja en un plan de choque inmediato, que puede afectar "tanto a ingresos como a gastos" y cuyo objetivo es cortar la sangría deI déficit público. El secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, reconoció ayer en el Congreso la gravedad de la situación de las finanzas públicas, lo qué atribuyó de manera especial a una desviación de 300.000 millones de pesetas en los gastos del desempleo. De no adoptarse estas medidas, Zabalza señaló que el déficit se iría a final de año al 2,8% del PIB en lugar del 2,6% previsto en el plan de convergencia. Hasta mayo, este desequilibrio ha crecido un 55%, pero se habría disparado al doble de contabilizarse 580.000 millones por interesesde la deuda pública.

De "delicada y preocupante", calificó ayer el secretario de Estado de Hacienda la situación del déficit público hasta el mes de mayo, que ha rebasado el billón de pesetas. Anunció medidas que no se limitarán a la ya prácticamente segura subida de las retenciones del impuesto sobre la renta. Pueden abarcar desde un aumento del tipo medio del IVA -tal como recomienda el Fondo Monetario Internacional- hasta una limitación en la capacidad de gasto de los ministerios y organismos públicos, para lo que el ministro Carlos Solchaga tiene este año plenos poderes. Este plan de choque estará listo la proxima semana, para que se discuta en el Gobierno, según fuentes de Hacienda.El problema es que se ha disparado el déficit público muy por encima de todas las previsiones. El presupuesto de este año sigue al rebufo de una situación económica que parece que se anima pero todavía no se nota; es decir, el empleo no mejora y las empresas declaran menos beneficios. Pero además, las cuentas del Estado no reflejan toda la realidad. Por ejemplo, aún no ha aparecido en el debe del Estado un adelanto de 573.600 millones que ha obtenido del Banco de España para pagar los intereses de la deuda pública. Esta situación, que no tiene precedentes en una cuantía tan elevada, ha permitido que la diferencia entre ingresos y gastos del Estado haya crecido sólo un 55% hasta mayo. Se dosifica así la gravedad de un desequilibrio -que tarde o temprano se habrá de reconocer, como admitió Zabalka-. De ponerse al día este desfase, la diferencia entre ingresos y gastos sería más del doble de la registrada en los cinco primeros meses de 1991.

Las deudas no sólo se encuentran entre el Tesoro y el Banco de España, sino que parece una costumbre más extendida. Zabalza explicó, por ejemplo, que buena parte del descenso en los ingresos de las retenciones del IRPF (-0,1%) obedece a que las comunidades autónomas y la Seguridad Social tienen "un retraso" de unos 90.000 millones de pesetas en el ingreso a Hacienda de las cantidades retenidas a sus trabajadores". La Seguridad Social tiene a su vez problemas de tesorería por el déficit del Inem y Hacienda también debe dinero a las autonomías.

Con toda crudeza

A la hora de centrar los problemas, el secretario de Estado de justificó con un buen número de argumentos el bajo crecimiento de los ingresos (2,8%) y expuso con toda crudeza los problemas en los gastos (19,3% en los comprometidos y 10,1% en los efectivamente pagados). Los dos mayores desfases se presentan en el impuesto de sociedades (42% de caída), por el lado de los ingresos, y en las transferencias al Inem y la Seguridad Social, por la vertiente de los pagos. En conjunto, ambos organismos han recibido hasta mayo, anticípos de 242.000 millones de pesetas, cantidad que se corresponde con la desviación presupuestaria en lo que va de año.De seguir la actual tendencia, el déficit del Inem sería al final de ejercicio de unos 300.000 millones de pesetas, según Zabalza, una vez descontados los 100.000 millones que se piensa ahorrar con el recorte de las prestaciones por desempleo. El secretario de Estado situó en este desfase la principal dificultad para alcan zar un déficit público -Estado y Seguridad Social- del 2,6% del PIB al final de año, tal como está previsto en el plan de convergencia. De no adoptar medidas, explicó "nos iríamos al 2,8% del PIB, que es lo que se, intenta corregir".

Por el lado de los ingresos, por el contrario, Zabalza confió en que en la segunda mitad del año mejore la situación, salvo en lo que respecta al impuesto de sociedades. La mayor agilidad en las devoluciones junto con la atonía económica del pasado año, son factores que no permitirán levantar cabeza a este impuesto. Según Zabalza, es previsible que el pasado año los beneficios de las empresas hayan sido negativos, lo que se notará en la liquidación del impuesto que se efectúa en julio.

La recaudación del impuesto sobre la renta se está comportando relativamente bien en conjunto (7,6% de aumento), aunque las retenciones del trabajo han descendido. Ello será una situación a corregir en la segunda mitad del año, según Zabalza, porque ahora la comparación se hace con una tabla más alta, que descendió en la seguna parte del ejercicio. En 1992, por el Contrario, se ha partido de una tabla aún más reducida para equipararla a la nueva tarifa.

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