Los militares refuerzan su presencia en el nuevo Gobierno de Venezuela
El presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, cada vez más aislado políticamente, aumentó ayer sorprendentemente la presencia militar en la composición del Gobierno, designando a dos generales al frente del Ministerio de Defensa y a la cabeza de la política exterior de Venezuela. Esta reestructuración se produce tras la salida del Gabinete de los dos ministros del partido democristiano Copei.
Pérez designó al general de Aviación Iván Jiménez, hasta ahora responsable de la seguridad del presidente, como ministro de Defensa, y al general Fernando Ochoa Antich, hasta ayer ministro de Defensa, como canciller, cargo que había quedado vacante tras la salida del Gobierno del democristiano Humberto Calderón Berti, que dirigió la política exterior venezolana durante tres meses.Los democristianos, que son la segunda fuerza política del país, optaron el pasado jueves por pasar a la oposición por considerar que no se ha hecho nada para superar la crisis en que vive inmersa Venezuela desde el intento de golpe militar del pasado 4 de febrero. Ochoa Antich será el primer militar que ocupa la cartera de Exteriores en los 34 años de Gobierno democrático que ha vivido Venezuela.
Pérez también nombró a Carlos Hernández Delfino, antiguo negociador de la deuda externa, como ministro del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) en sustitución de José Ignacio Moreno León, también miembro de Copei.
El general Jiménez aseguró al jurar su cargo que las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) darán todo su apoyo para buscar la paz del país. Tras manifestar que trabajará. para garantizar la unidad de las FAN, dijo que continuará con, los planes previstos de bienestar social para los militares y que combatirá duramente al narcotráfico y a los garimpeiros por sus actividades ilegales en la Amazonia venezolana.
Premio a la lealtad
El nuevo responsable de la política exterior, el general Ochoa Antich, cuyo padre fue dos ve es embajador de Venezuela en España, siempre acarició la idea de entrar en la cancillería. Así lo insinuó a EL PAÍS hace 10 días en su despacho del Ministerio de Defensa cuando le preguntamos sobre su futuro político. Ayer declaró que su designación era un reconocimiento "o un premio" a su lealtad hacia Pérez. "Fui sumamente leal al presidente, a las Fuerzas Armadas y a mis compañeros en desgracia", señaló al referirse a los comandantes del Ejército que intentaron derribar al Gobierno el 4-F. Al jurar el cargo, declaró que continuará las líneas trazadas por el anterior canciller, Calderón Berti.Además de dar mayor poder a los militares en su Gobierno, el presidente Carlos Andrés Pérez ratificó su política económica neoliberal iniciada en 1989 al colocar a Carlos Hernández Delfino al frente del FIV. Hernández Delfino afirmó que continuará la política de privatización de las empresas del Estado.
La decisión de Copei de retirarse del Gobierno fue calificada por la clase política de precipitada y perturbadora, pero al menos logró que el presidente Pérez no viajara a Río de Janeiro en momentos en que crece su aislamiento político y el país está sumido en una oleada de rumores sobre un nuevo golpe. Pasquines anónimos repartidos en las calles aconsejan a la población almacenar comida.
Fredy Rojas, presidente de la principal asociación empresarial de Venezuela, Fedecamaras, afirmó ayer en Caracas que el abandono democristiano "amplia el vacío de poder" y añadió que "es necesaria una actuación política diferente, mediante una coalición social que reoriente la conducción del país".
Además, Acción Democrática, el partido de Pérez, celebró el pasado viernes una reunión de los secretarios regionales en la que la tercera parte de los asistentes se pronunciaron a favor de la renuncia del presidente.
