El ministro democristiano italiano Prandini, sospechoso de corrupción
Giovanni Prandini, democristiano, ministro italiano de Obras Públicas, ha sido advertido por la Magistratura de Roma de que la justicia le investiga porque hay indicios de que aprobó ilegalmente un sustancial incremento de¡ presupuesto de realización de una carretera en Calabria. Su caso no está, pues, conectado con el escándalo de corrupción desatado en Milán, que sigue dando sorpresas diarias. Ayer eran ya 49 los detenidos ocho de ellos, parlamentarios- en la capital lombarda y su provincia.
La historia de Prandini se remonta a algunos meses. El Anas, la empresa estatal de construcción de carreteras, que preside el ministro, adjudicó primero por concurso a una empresa calabresa la construcción de un tramo de vía en la provincia de Taranto. El presupuesto aprobado fue de 4.000 millones de liras (unos 330 millones de pesetas). Pero poco después de hecha la adjudicación, el ministro aprobó un nuevo presupuesto de 60.000 millones de liras (cerca de 5.000 millones de pesetas) presentado por la empresa adjudicataria.,Prandini dice que todo fue legal y que el Consejo de Administración del Anas decidió aprobar la subida. Otras fuentes indican que la ley impide que se puedan aprobar incrementos superiores al 50% del presupuesto de una obra adjudicada. El caso es que los jueces pretenden proceder también contra los 30 consejeros del Anas.
La imagen de corrupción generalizada que se deriva de estas actuaciones está condicionando la evolución política, hasta el punto de que 50 días después de la dimisión de Giulio Andreotti siga siendo una incógnita la identidad del próximo presidente del Gobierno. Pero también puede servir de freno a la crisis¡ya que ningun partido se atreverá a prolongarla con riesgo de tener que repetir las elecciones en estas circunstancias.
Además de Roma, donde el miércoles fue detenido un concejal cuando cobraba una comisión ilegal de poco más de 200.000 pesetas, han saltado casos de corrupción en otros ayuntamientos, como en Venecia. Pero Milán bate todos los récords, dado el número y la importancia de las personalidades implicadas. Los últimos interrogados, ayer y anteayer, son los diputados democristianos Giacarlo Borra y Luiggi Barufil jefe de la corriente milanesa, de Andreotti.
Ayer también fueron detenidos seis hombres de empresa, entre ellos el director general de la Cogefar-Impresit, la constructura del grupo Fiat.
Craxi, en entredicho
Este escándalo ha privado casi totalmente de credibilidad a la candidatura para la presidencia del Gobierno del líder socialista, Bettino Craxi. Se opone a ella frontalmente el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, con el, que trata de promover un consenso el ala izquierda de la Democracia Cristiana (DC). El pasado miércoles, cuando salió de evacuar consultas con el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, Craxi advirtió a la DC que si continúa por esa vía su partido se quedará en la oposición.
El bloqueo de la situación política viene reforzado por los síntomas crecientes de división en el seno de los partidos. El sindicalista Ottaviano del Turco discrepa abiertamente de la oposición de Craxi a la entrada del PDS. en el Gobierno. La DC ha aplazado sin fecha fija la elección de su secretario general. Y dentro del PDS, el liderazgo de Acchille Occhetto es controvertido desde la derecha y la izquierda.
En relación con el Gobierno, se sigue hablando de Craxi, de Forlani e incluso de Andreotti, pero nadie apostaría un duro por esas candidaturas. Se le dan más posibilidades a un técnico como Carlo Azeglio Ciampi, presidente del Banco de Italia.
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