España firmará los convenios de Clima y Biodiversidad

EL PAÍS José Borrell, ministro de Obras Públicas y Transporte, y máximo responsable de Medio Ambiente, explicó ayer la postura con que España participa en la Cumbre de la Tierra que comienza hoy: firmará los convenios sobre Cambio Climático y Biodiversidad, y aportará 1.400 millones de pesetas al Fondo Mundial para el Medio Ambiente en sus tres primeros años de funcionamiento. Por encima de todo, el ministro destacó que el gran problema que tiene la Tierra es el crecimiento demográfico: "El mayor problema ecológico es el hambre".

"El cambio climático es importante y hay que tomárselo en serio", dijo Borrell en rueda de prensa. "Pero muchísimo más importante y trascendente para el equilibrio ecológico de la Tierra es el actual ritmo de crecimiento demográfico. Si seguimos así, en 50 años la población mundial se habrá duplicado". Borrell insistió varias veces en que no debe olvidarse que la Conferencia de Río es para el Medio Ambiente, "pero también, y sobre todo, para el Desarrollo". "No centremos Río", comentó, "en el cambio climático y la creación de tasas. Lo importante es que Río signifique una toma de conciencia económica, científica y racional que debe incorporar al mundo restricciones nuevas y modificaciones en los precios relativos y los hábitos de consumo y producción".De esta forma despachaba Borrell las fuertes críticas dirigidas por organizaciones ecologistas como Greenpeace contra el Gobierno español por negarse a la reducción de las emisiones de C02 de aquí al año 2000 y a la oposición española dentro de la CE para sacar adelante un impuesto verde. Borrell repitió: "España defiende que la CE, como un conjunto, reduzca sus emisiones de C02 en el año 2000 a los niveles de 1990, pero cree que es mejor establecer cuotas entre los 12 países que aplicar un impuesto". Y añadió: "Estados Unidos emite cinco toneladas de C02 por habitante y año. La media de la CE está en tres toneladas, y la de España en 1,3 toneladas. No sería justo imponerle a España los mismos parámetros que a otros países de la CE, como Alemania. Se trata de equidad".

La CE necesita a Ripa

En cuanto a la firma de los convenios, el ministro señaló que España asume la postura de la CE: firmar los convenios sobre el cambio climático y la protección de la biodiversidad; aunque en los últimos días el Reino Unido ha hecho públicas sus reticencias al segundo de estos textos. Sobre la decisión del comisario europeo de Medio Ambiente, Carlo Ripa di Meana, de no acudir a Río, declaró: "Hago votos y espero que al final decida ir a Río, porque la CE necesita que esté allí".

Sobre el Fondo Munidal para el Medio Ambiente (GEB), Borrell dijo que España va a cumplir con la cuota asignada por el Banco Mundial aportando 1.400 millones de pesetas en tres años. El GEB, mecanismo arbitrado para echar a andar la Agenda 21 y la ayuda de los países ricos al desarrollo sostenible del Tercer Mundo, necesita, según los cálculos del Banco Mundial, 130.000 millones de pesetas en tres años.

La delegación española, que ya se encuentra en Río, está encabezada por los directores generales de Calidad del Agua y de Política Ambiental. El secretario de Estado Vicente Albero se unirá el día 10, y al acto final -la gran Cumbre de Jefes de Estado, el 13 y 14 de junio- acudirá el presidente del Gobierno, Felipe González. Sobre la presencia de representantes de las comunidades autónomas, Borrell aclaró que, tras "problemas de plazas y encajes" de última hora, viajarán a Río cinco consejeros de Medio Ambiente, "como parte de la representación social del país".

Borrell dedicó buena parte de su intervención a plantear el éxito de Río en términos macroeconómicos: "Si Río significa algo es la toma de conciencia de la inviabilidad actual del modelo de crecimiento. Los precios deben reflejar la verdadera escasez de los recursos naturales". Borrell concluyó preguntándose: "¿Hasta qué punto la solución de los problemas puede venir de la invocación a la buena voluntad?".