Moura prefiere triunfar como rejoneador antes que como ganadero
El segundo y último cartel de rejoneadores tiene la doble presencia de Joâo Moura, a quien pertenecen los toros y que señal que buscará el doble triunfo pero que si hubiera de elegir antes del festejo, da prioridad al éxito como rejoneador antes que como ganadero. "Soy fundamentalmente un torero a caballo al que le gusta criar toros", explica, "pero mi vocación de siempre y la profesión con la que me gano la vida es la de rejoneador". Moura, 32 años, recuerda que fue un niño prodigio como rejoneador, pues se presentó en La Ventas con 16 años y ya logró salir a hombros, aunque presume de que como ganadero también lleva una buen carrera: "Estoy muy satisfecho del juego y prestigio que están dando mis toros aunque todavía no son mi producto ideal".
Pone como ejemplo de este prestigio ganadero el gran triunfo que obtuvo con uno de sus toros César Rincón en la pasada feria de Otoño y el hecho de que también su divisa sea una de las favoritas de Curro Romero, quien toreará toros de este hierre: el próximo 14 en Madrid.
Se defiende cuando se le señala que no parece entonces muy lógico que se lidien en festejos de rejoneo: "Es que ya va siendo hora de que a los rejoneadores nos, cuiden en este aspecto. O sea, que no nos echen los toros que no quieren los matadores de a pie, porque nuestro espectáculo también llena y para ofrecer lo mejor a los aficionados es fundamental lidiar toros manejables". Moura concluye este tema bromeando: "Además, como son míos y los conozco, pues les ordenaré que me embistan".
El portugués, que defiende la plaza de Las Ventas como una de las pocas donde realmente se entiende de rejoneo, comenta que para él es un orgullo torear de nuevo con Álvaro Domecq Romero, con el que coincidió en tantos carteles. "Me encanta volver a coincidir con él", arguye, "porque ambos pertenecemos a los rejoneadores que nos inclinamos por el rejoneo puro, por el auténtico toreo a caballo, algo que desgraciadamente se está perdiendo, ya que ahora la mayoría de mis compañeros se inclinan más por un espectáculo muy alejado de la pureza".
Agrega que él no critica a estos compañeros, "porque hacen lo que casi todos los públicos les exigen", pero que su concepto no va a cambiar por mucho que los tiempos cambien: "Por eso vengo tan a gusto a Las Ventas, porque aquí sí gusta y saben valorar el auténtico rejoneo".
