_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sirenas en la acera

Merluzas siderales, sirenas clónicas, arañas trepadoras, duendes colorados escalando ventanas. Madrid tuvo un día de verdadera agitación cultural con el proyecto que sacó el baile contemporáneo a la calle. El éxito sorprendió a coreógrafos y organizadores, pues más de 2.500 espectadores en total era un resultado más que alentador, incluso mejor que el chivato de algunas taquillas dentro del propio festival madrileño. A los artistas no se les podía confundir con transeúntes, pero el caso es que tampoco dejaban de serlo. En todos los actos, la respuesta fue de curiosidad, primero, y atención, después. Los espacios escogidos fueron muy bien integrados, llegando a productos interesantes. Nieto, en Calle del Cordón, hizo un cuarteto rico de movimientos y usufructuando la angulosidad del trayecto; Ribot llenó de submarinistas la fuente de la plaza del Rey, y se notó la falta de música. Su desbordada imaginación creó un Pegaso con ala de polietileno y convirtió la sobria piscina de piedra en un monumento barroco y surreal al mismo tiempo.

Espacios insólitos

Calle del Cordón: Teresa Nieto Fermín Aldaz; Sólo para ballenas: María José Ribot; Los Juancaballos: Blanca Calvo y Juan Domínguez / Fernando Anguita y Antonio Calero; Atocha Vídre: Francesc Bravo / The-The Yello; Yo quería ... : Denise Perdikidis / Andreas Prittwitz; Míniaturas: Mónica Valenciano / Maestro Inocencio.Calle del Cordón, calle del Sombrerete, plaza del Rey, Centro de Arte Reina Sofía, estación de Atocha, plaza de toros de Las Ventas. 27 de mayo.

Calvo se internó en el submundo de la droga e hizo una pieza demasiado larga y cercana a la estética de La Fura dels Baus, pero vigorosa y con fuertes metáforas visuales. El barrio de Lavapiés no la olvidará fácilmente, pues mientras a 20 metros un incendio real se cebaba con el antiguo Molino, en las ruinas barrocas otro fuego ardía en la ficción coreográfica.

Perdikidis, por su parte, utilizó con inteligencia los ascensores del Reina Sofía y sus torres de cristal. El músico subía y bajaba tocando el saxofón en la cabina del limpiacristales mientras unas evoluciones bien estructuradas dentro de las cápsulas daban un sentido de verdadero ballet.

A dos pasos, Francesc Bravo utilizó como telón de fondo la vidriera de la remozada estación de Atocha con una pieza algo ingenua y en escala de concierto rock. La noche la cerró Mónica Valenciano en Las Ventas.

Lo visto por las calles de Madrid es mucho mejor que lo hecho por estos mismos creadores dentro de los teatros en sus últimas producciones. Quizá el haber tenido que forzar sus recursos para adecuarse a lo insólito les ha despertado zonas dormidas del talento.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_