Las 10 toneladas de productos químicos incautados en Treviño no eran clenbuterol
Dos análisis oficiales demuestran que las 10 toneladas de productos químicos para el ganado procedentes de Bélgica que la policía interceptó como sustancias ilegales en el condado de Treviño, una isla de Burgos en Álava, no son clenbuterol. El camión fue parado el 20 de junio de 1991 dentro de la Operación Doping, y detenido el receptor de la carga, Carlos Abascal, acusado de pertenecer a una red de tráfico de hormonas ilegales. Este error policial puede transformar la acusación de delito contra la salud en una falta administrativa.
Fuentes policiales próximas a la investigación descartaron ayer que se tratara de un error y explicaron que la operación se desencadenó a partir de la información que arrojó una red de escuchas telefónicas. "La operación de Treviño se hizo pensando que aquel camión transportaba productos ilegales y se decomisó su carga de forma preventiva para analizar su contenido", declararon las mismas fuentes.
El resultado del definitivo contraanálisis fue remitido por fax desde el Centro Nacional de Alimentación de Majadahonda (Madrid) hasta el Juzgado número 1 de Primera Instancia e Instrucción de Granollers (Barcelona) durante el día de ayer, y dio negativo a otros productos ilegales, según informaron fuentes judiciales. Esta segunda prueba confirmó el resultado negativo al clenbuterol que arrojó el primer análisis realizado el pasado 8 de agosto con las muestras de la carga de productos zoosanitarios aprehendida en Treviño. "En relación a su petición sobre el hallazgo de posibles nuevas sustancias", citaba el centro de Majadahonda, "no se han encontrado otros compuestos".
Inundación
El propietario de la carga, Carlos Abascal, fue detenido y encarcelado, pagó 1,5 millones de fianza y le fueron embargados tres millones de pesetas que tenía en el coche. Además, parte de los productos se han perdido en un almacén policial en Vitoria, que se inundó. La ausencia de clenbuterol y otros productos ilegales buscados en los análisis complica el mantenimiento de la acusación de delito contra la salud que pesa contra él. Abascal, que se entregó voluntariamente en el juzgado de Vitoria, negó en todo momento que la carga. del camión fuera ilegal, aunque reconoció ante el titular del Juzgado número 1, Francisco Picazo, que "había vendido clenbuterol hasta que fue considerado ilegal". La tesis que sostuvo el juez Picazo al decretar la prisión de Abascal era que los productos eran "posiblemente introducidos en España ilegalmente y con. documentación falseada".
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