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NUEVA LEGISLACIÓN ANTITABACO EN ESPAÑA

Desacuerdo sobre publicidad

La batalla general de los países occidentales contra el hábito de fumar se traduce desde ayer en España en un ligero endurecimiento de las prohibiciones, que homologa la legislación a la media europea. El Consejo de Ministros aprobó un real decreto que prohíbe fumar en vuelos nacionales inferiores a 90 mínutos y rebaja los contenidos máximos en los componentes nocivos del tabaco. No incluye nuevas restricciones a la publicidad hasta que los ministros de Sanidad de la CE, reunidos hoy en Bruselas, alcancen un acuerdo sobre el polémico tema. El tabaquismo, según la Organización Mundial de la Salud, causa al año tres millones de muertes en el mundo, 44.000 en España.El Gobierno español tenía, en principio, la intención de incluir en un mismo decreto las restricciones relativas al uso y a la publicidad del tabaco. Sin embargo, la falta de acuerdo sobre este tema en la Comunidad Europea ha obligado a posponer este punto hasta más adelante.En el seno de la Comisión Europea no se albergan grandes esperanzas de que en la reunión que hoy inician los ministros de Sanidad de la CE se llegue tampoco a un consenso.

El proyecto de la Comisión, respaldado mayoritariamente por el Parlamento Europeo, lleva en la mesa de discusión casi dos años y propone vetar todo tipo de publicidad tanto directa como indirecta de tabaco en periódicos, televisión y carteles. La propuesta de prohibición se extiende también al patrocinio de acontecimientos culturales o deportivos por parte de industrias tabaqueras, que tampoco podrán estampar sus firmas en productos diferentes a los cigarros, como, por ejemplo, ropa o complementos. Es el caso de las firmas Winston o Marlboro, que promocionan pantalones vaqueros.

La reacción inmediata en contra de los industriales del tabaco ha obtenido eco en algunos países europeos, como el Reino Unido, Holanda y Alemania, cuyas Gobiernos se han venido oponiendo a la propuesta de directiva alegando que atenta contra las reglas del libre mercado. Por su parte, las compañías insisten en presentar estudios de algunas naciones que han adoptado medidas prohibicionistas por los que intentan demostrar que limitar la publicidad del tabaco no revierte en una disminución del número de fumadores.

Clima social

Todo lo contrario opinan diversos especialistas agrupados en la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Salud Pública (FADSP), quienes respaldan plenamente el proyecto de directiva. "No es socialmente justificable continuar permitiendo que, directa o indirectamente, se anuncie un producto cuyo consumo produce importantes problemas sanitarios a fumadores voluntarios e involuntarios" manifiestan.En su opinión, la publicidad "crea un clima social favorable al consumo de tabaco, presentándolo como una conducta aceptable". La FADSP pide aumentar periódicamente el precio de los cigarrillos "por encima del ritmo de la inflación y del incremento del poder adquisitivo" así como asegurar sus derechos a los no fumadores.

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