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Aznar rectifica su actitud inicial y emplaza a Peña a que dimita como alcalde de Burgos

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, puso término ayer al margen concedido al alcalde de Burgos, José María Peña, para que decidiese su abandono del cargo y le pidió personalmente la dimisión. Peña se entrevistó con Aznar en Madrid por la tarde y regresó a Burgos para reunirse con sus concejales. El líder del PP rectificó así su pronunciamiento inicial de esperar a que el Tribunal Supremo ratificase o enmendase la condena impuesta a Peña por prevaricación.

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José María Aznar había pedido el pasado viernes a Peña que acudiera a Madrid el lunes (por ayer) para hablar con él, según dirigentes del PP, que sostienen que en aquellos momentos Aznar ya había asumido la conveniencia de pedirle la dimisión. Veinticuatro horas antes, la Audiencia Provincial de Burgos había condenado al alcalde de Burgos -independiente, pero elegido bajo las siglas del PP- a 12 años de inhabilitación por prevaricación continuada.Públicamente, durante el fin .de semana el presidente del PP respaldó al alcalde de Burgos y declaró que el partido le mantendría su apoyo hasta que se pronunciara el Tribunal Supremo. Según los colaboradores de Aznar, se trataba de una estrategia destinada a arropar al alcalde, en un momento de acoso, y a proporcionarle un margen para que asumiera reposadamente la decisión de dimitir.

Cuando a las cinco de la tarde de ayer Peña entró en el despacho de Aznar, en la planta séptima de la sede nacional del PP, en la calle de Génova, el alcalde de Burgos leyó, y pactó, el comunicado que sintetizaría el alcance político de la reunión. Peña enfatizó que el texto debía eludir su respuesta a la petición de dimisión y tan sólo señalar que iba a consultar inmediatamente a su equipo de gobierno municipal.

En la reunión estuvieron presentes, además de ellos dos, el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, y el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas. La conversación duró dos horas y diez minutos. Cuando concluyó, José María Peña abandonó la sede del PP por el garaje, dentro de su coche, sentado en el asiento del copiloto. En la vía pública, ni siquiera bajó la ventanilla ante la afluencia de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.

El presidente nacional del Partido Popular rehuyó realizar declaraciones, para que fuera el propio José María Peña quien asumiera, ya.en Burgos, el protagonismo de explicar su decisión. Conforme al pacto establecido, el PP resaltó en un comunicado que Peña ha obtenido el apoyo mayoritario de los burgaleses en cuatro elecciones municipales. Y sostuvo que, la condena que ha recaído sobre él no ha sido por lucrarse con decisiones administrativas ni ha perjudicado a terceros.

Daños a terceros

Una interpretación peculiar ésta última, por cuanto la condena ha estado motivada por la.prevaricación continuada del alcalde, es decir por adoptar decisiones injustas a sabiendas, lo que supone perjuicios para terceros.

La ejecutiva federal del PSOE, reunida ayer por la tarde, se aprestó a descalificar sin paliativos el comportamiento de Aznar, que casi. a la misma hora materializaba la petición de dimisión al alcalde de Burgos. La dirección del PSOE, desconocedora de la decisión del presidente del PP, proclamó que éste ha quedado "deslegitimado" por su actitud ante la sentencia de la Audiencia de Burgos, al incurrir en la "grave irresponsabilidad" de apuntalar a Peña tras haber sido condenado por los tribunales. Ese respaldo, "insólito en un sistema democrático", dijo, "sirve de ejemplo de los modos y maneras que José María Aznar pretende introducir en la vida política de nuestro país".

La dilación del Partido Popular en dar una respuesta política a la condena del alcalde de Burgos fue criticada de nuevo ayer por Izquierda Unida. Tras una reunión de la presidencia federal de esta coalición, su portavoz Isabelo Herreros, reprochó a Aznar que no haya sido consecuente con sus tesis regeneracionístas. Y afirmó que el máximo representante del primer partido de la oposición "ha unido su suerte a la de un delincuente".

Declaraciones discrepantes

En los últimos tres días, Aznar ha contemplado con disimulado desagrado cómo varios dirigentes de su partido también han apremiado la decisión de retirar la confianza al alcalde burgalés. Él había pedido el pasado viernes a las personalidades que consultó -no convocó al comité ejecutivo nacional- que guardaran la máxima reserva sobre lo comentado, respetaran la estrategia pactada -hubo intervenciones discrepantes entre los reunídos- y, sobre todo, que de ningún modo se acorralara a José María Peña.

Pero varios dirigentes, que no habían sido consultados, expresaron públicamente su discrepancia con el mantenimiento del apoyo al alcalde condenado por prevaricación. Así, la diputada Isabel Tocino declaró el pasado jueves -cuando fue difundida la sentencia- que "a los demócratas no hace falta recordarles sus deberes". Otros dos personajes relevantes, pero distanciados de la cúpula del Partido Popular, el eurodiputado Fernando Suárez y el diputado nacional Miguel Herrero, han criticado que los órganos colegiados del PP no haya sido todavía convocado para discutir este asunto. Anoche, tras ser conocida la petición de Aznar al alcalde de Burgos para que abandone el cargo, Isabel Tocino renunció a opinar -"Ya dije en su momento lo que tenía que decir", se disculpó-. Este diario intentó sin éxito conocer la opinión de Fernando Suárez y Miguel Herrero.

La salida es "la mejor solución", según el PP.-

El Partido Popular difundió a media tarde de ayer un comunicado según el cual José María Aznar ha pedido al alcalde de Burgos, José María Peña, que abra "un paréntesis en su actividad y dé paso a un nuevo alcalde en Burgos, hasta que se sustancie definitivamente el procedimiento judicial en el que está inmerso". Ésta es la nota:El presidente del Partido Popular, José María Aznar, ha recibido en la tarde de hoy lunes al alcalde de Burgos, José María Peña, quien fue citado el pasado viernes, día 8, en conversación telefónica mantenida esa mañana.

Aunque el alcalde de Burgos no está afiliado al Partido Popular -y con independencia de hechos singulares- queremos hacer constar que merece respeto su dilatada gestión al frente de la corporación burgalesa que ha sido refrendada por los ciudadanos por cuatro veces consecutivas con mayoría absoluta.

Es innegable la dedicación de José María Peña al trabajo por su ciudad, como innegable es que los hechos por los que ha sido juzgado han estado envueltos en unas circunstancias políticas muy concretas. Destacamos que la sentencia que le afecta señala que no ha obtenido beneficios personales en su gestión y que en sus decisiones nunca ha habido perjuicios a terceros. Estabilidad en Burgos

El presidente del PP ha pedido a José María Peña que, habida cuenta de las circunstancias, abra un paréntesis en su actividad y dé paso a un nuevo alcalde en Burgos hasta que se sustancie definitivamente el procedimiento judicial en el que está inmerso. Por expreso deseo de José María Aznar, no se ha dado a conocer públicamente esta decisión hasta no hacerlo en privado.

A juicio del Partido Popular esta solución es la mejor para el alcalde, avala la propia defensa de su buena gestión, da tranquilidad a los ciudadanos y garantiza la estabilidad en el Ayuntamiento burgalés".

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