González asegura que el Gobierno garantizará el derecho al trabajo durante la huelga del día 28

El presidente Felipe González recordó ayer, en una respuesta implícita a la petición que le formuló la CEOE, que el Gobierno "no tiene facultades para declara legal o ilegal" la huelga general del 28 de mayo, pero sí recalcó que intentará "garantizar el derecho a trabajar" de quien quiera trabajar". El jefe del Ejecutivo se mostró también dispuesto a "asumir la impopularidad que comporta" el plan de convergencia.

A renglón seguido, González se preguntó si la verdadera impopularidad no consistiría, más bien, en no hacer lo necesario para colocar a España en el grupo de cabeza de los Doce.González, que compareció ante la prensa tras entrevistarse con el primer ministro portugués, Anibal Cavaco Silva, presidente de turno del Consejo Europeo, insistió en que "la convocatoria de huelga tiene difícil justificación aunque para no crispar los ánimos precisó que lo decía "con total calma y si prefieren con el sosiego para que se reflexione".

"Ahora" prosiguió González, "tenemos el horizonte de 1997", el año en que debería entrar en vigor la última fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM) de los Doce. "Este Gobierno está dispuesto a gana r ese desafío". "España no se puede permitir no estar en 1997 en condiciones de participar en la UEM".

"Se dice", concluyó el presidente, "que a veces los gobiernos deben adoptar medidas ¡mpopulares". "Lo de popular o impopular siempre resulta discutible en política". "Lo más popular para un país es lo que de verdad le conviene y a España lo que le conviene es ganar el desafío del 97".

Petición patronal

En conversación informal con la prensa Gónzález dio a entender después que la petición de la CEOE no debía ser dirigida, al Ejecutivo sino a la Justicia pero, aún así sería vana porque señaló que no había tiempo antes del 28 para que una sentencia declarase ¡legal la huelga general.

El presidente dedicó buena parte de su conversación con su homólogo luso a, según la expresión de un diplomático, "poner cataplasmas" para cuidar la susceptibilidad del Gobierno portugués, molesto por las críticas formuladas en España, por algunos responsables políticos y por la prensa, contra su presidencia de la CE. La gran tarea que incumbe a Cavaco Silva consiste en lograr la adopción de las perspectivas financieras de la CE para el próximo lustro, que conllevarán un aumento dé un tercio del, presupuesto comunitario. Cavaco consagró buena parte de la rueda de prensa a justificar no haber obtenido más avances hacia un acuerdo.