La Expo retira una instalación de arte por la que pagará cinco millones

Rogelio López Cuenca ha criticado que la Expo retiró un día antes de inaugurarse una instalación que le había encargado la Sociedad Estatal por un precio de cinco millones de pesetas. López Cuenca preparó una veintena de señales, "exactamente iguales que las de la Expo, pero manipuladas, con contenidos poéticos o políticos acerca del papel del lector y del espectáculo", explica. "Después de seis meses negociando el espacio donde se iba a instalar mi obra, van y descubren justo el día antes que podía producir confusión, que el sitio, en un lateral del recinto, junto a la plaza Sony, iba a ser muy transitado".El proyecto forma parte de una serie de 10 obras de arte en espacios públicos de la Expo y participan en él artistas como Anish Kapoor y Eva Lootz, entre otros. En el comité de selección estuvieron personalidades del arte como la directora del Reina Sofia, María Corral, o el crítico suizo Kaspar Köening, pero la decisión de retirar la obra correspondió al presidente de la Sociedad Estatal Expo 92, JacInto Pellón, que se ha disculpado con el artista por no avisarle. La "invasión de atribuciones" de gente que tiene autoridad pero no autoridad artística es considerada por López Cuenca como censura. "Es el típico comportamiento de las instituciones; con una mano quieren ser los más modernos y con la otra son incapaces de afrontarlo", afirma. "Me han dicho que tienen que buscar otro sitio menos transitado", añade, lo que considera una manera de "desactivar la obra". La encargada del proyecto en la Expo, Teresa Velázquez, dijo ayer que desconocía qué pasará con la obra de López Cuenca.

Las señales de López Cuenca, iguales a las oficiales, presentan, por ejemplo, un pictograma con la explosión que aparece en algunos productos inflamables, con una cita de los constructivistas rusos: "La forma es una carga de dinamita colocada debajo de la. banalidad cofidiana". Otra señal presenta a un guarda de seguridad y el texto "debajo de la playa están los adoquines", en un intento de expresar que "detrás del espectáculo el orden se mantiene en su forma más dura", según López Cuenca. Un tercer ejemplo de. señal parafraseaba a Dante a las puertas del infierno. La frase "Abandonad toda esperanza, vosotros que entráis", inspiraba otra: "Abandonad toda esperanza, espectadores: esto es un espectáculo", "tratando de dar a entender", dice López Cuenca, "su carácter afienante". En el proyecto original había señales hacia el pabellón saharaui o palestino o de Timor oriental, "que invitaban a la gente a preguntar, pero no lo aceptaron desde el principio".

Este artista ya tuvo una experiencia parecida anteriormente, cuando en Ohio (EE UU) fueron reúradas unas señales de tráfico en las que denunciaba el bombardeo civil de Bagdad.